iria gonzález Lugo | viernes, 07 de septiembre de 2012 h |

Pregunta. Una farmacia rural fue lugar de entretenimiento en tu infancia. Por desgracia, los farmacéuticos rurales ahora no están para muchos juegos, ¿no?

Respuesta. Me siento muy solidarizada con la farmacia rural porque nací y crecí en una. Mi padre era farmacéutico rural y mi abuelo también. De niña entraba y salía de casa a través de la farmacia, ayudaba a colocar pedidos, a llevar medicamentos a las estanterías y lo que me dejasen hacer. He visto los problemas que tiene y la ayuda que presta a los pacientes. Hoy está en una situación muy delicada, y creo que es una farmacia a la que hay que proteger, sin olvidar tampoco al resto de las farmacias de España.

P. Como decía el anuncio, ¿a qué huelen… los medicamentos?

R. Tienen un olor muy especial. No sabría decir exactamente a qué. Simplemente es olor a medicamento, no hay otro olor igual.

P. En una de tus travesuras protagonizaste un verdadero asalto a la rebotica, ¿no es así?

R. Sí, pese a que sabía que no podía hacerlo, me pudo la curiosidad de saber cuál era el efecto de los medicamentos. Me dediqué a probar los que llamaron mi atención por el aspecto de las cajas o por algún anuncio que había visto. Por eso creo que debe estar muy controlada la publicidad de los medicamentos. Tuve suerte y no me pasó nada, aunque un castigo sí me cayó, claro.

P. ¿Un ‘atraco’ diferente es el que ha sufrido la botica con los recortes de los últimos años?

R. Nos hemos enfrentado en los últimos años a sucesivas medidas de recorte que desde el sector hemos aceptado y entendido por el bien del sistema, pero hay otros sectores donde se puede gestionar, porque creo que en la Sanidad no hay que ahorrar, hay que gestionar bien.

P. El camino no está siendo fácil, ¿estas medidas levantan ampollas o ya han hecho callo?

R. Sí, algunas siguen levantando ampollas. Lo que no permitimos es que estas medidas afecten directamente a los pacientes que son nuestra principal prioridad.

P. Mujer de contrastes. ¿Cómo se va de la botica rural a la salud 2.0?

R. Es un mundo que acabo de descubrir, que me gusta mucho y por eso me gustaría formarme.

P. Aficionada a la lectura, ¿desmotivan los tweets que lee?

R. No, me gusta mucho leer los tweets tanto positivos como negativos porque la gran mayoría de opiniones son dignas de leer.

P. ¿Hacemos un unfollow a quien no valora al papel del boticario?

R. En toda mi historia en Twitter, solo he hecho un unfollow a una persona que insultaba. Por lo demás, no conozco a nadie al que le podría hacer un unfollow.

P. ¿Los impagos copan el timeline de algunos farmacéuticos?

R. Sí, creo que es una de las peores situaciones que se pueden dar en nuestra profesión.

P. Pese a todo, en tu avatar luces una sonrisa ¿queda espacio para el optimismo?

R. Sí, mi naturaleza es ser optimista y luchadora. Todo requiere un esfuerzo y creo que con trabajo todo se puede conseguir.

P. Ahora que no nos oye nadie, aventúrame en un DM (direct message) el futuro de la farmacia.

R. ¡Qué difícil! La farmacia es una profesión sanitaria importante, que atraviesa un momento difícil, pero nosotros tenemos que seguir trabajando y luchando por la profesión y espero que así lleguemos al final de camino con buen pie. Puede que la profesión se vea sometida a cambios, pero los cambios no tienen por qué ser malos, pueden ser buenos. Entonces, creo que debemos mirar al futuro con optimismo.

P. Has superado los 140 caracteres permitidos.

R. Vaya.

Ana Prieto (Ginzo de Limia, Orense, 1965), licenciada en Farmacia por la Universidad de Santiago de Compostela, asumió la presidencia del COF de Lugo en 2009, tras haber ostentado varios cargos en esta institución colegial, como el de vicepresidenta o vocal de Dermofarmacia. Hija y nieta de farmacéuticos rurales, ahora quiere dar el salto a la Comunicación 2.0, campo que ha despertado en ella “inquietudes personales y profesionales” y en el que buscará “aprender a comunicar en salud con liderazgo” a través de un máster. “Me gustan las experiencias nuevas”, asegura esta farmacéutica, que se reconoce optimista por naturaleza.