El Global Madrid | martes, 18 de octubre de 2016 h |

Las voces autorizadas que reivindican que las farmacias no se queden al margen de los medicamentos biológicos es una constante. Así, el profesor Francisco Zaragozá, catedrático de Farmacología de la Universidad de Alcalá de Henares, abordó este lunes el papel de los boticarios en el tratamiento con medicamentos biológicos y biosimilares, una de las principales alternativas terapéuticas para tratar diversas patologías graves.

Zaragozá subrayó la importancia que el boticario tiene en el manejo de los tratamientos biológicos a través de su consejo profesional e información al paciente sobre interacciones y mecanismos de acción, así como en el seguimiento de unas terapias que han demostrado “su efectividad y contribución a reducir costes sanitarios”. Así lo recordó en una ponencia organizada por la vocalía de Docencia e Investigación del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid.

Como alertó el experto, cada vez se extiende más la utilización de estos medicamentos en los últimos años y hay una tendencia a que se dispensen en el hospital. Sin embargo, resulta “inaceptable introducir medicamentos de uso hospitalario únicamente con el fin de desplazar el pago a las empresas farmacéuticas”, señaló el catedrático. Asimismo, Zaragozá recordó que los tratamientos con estos fármacos pocas veces requieren ingreso hospitalario, por lo que se puede desarrollar con el apoyo de la farmacia comunitaria fuera del hospital. Suponen además incomodidades para los pacientes ambulatorios, así como gastos elevados por ingresos innecesarios o desplazamientos, por lo que la atención farmacéutica con la puesta en marcha de protocolos de coordinación entre los profesionales sanitarios puede resultar muy beneficiosa para los pacientes.

El también vocal de Docencia e Investigación del Consejo General, considera que se debe llegar a un acuerdo con la Administración para la dispensación de los biológicos en la farmacia, ya que se ha acumulado suficiente experiencia en cuanto a seguridad. Como ventajas destacadas de esto, está la una mayor accesibilidad de los pacientes a estos tratamientos, la reducción de costes y, según Zaragozá, supondrá “un balón de oxígeno para la oficina de farmacia”, siempre y cuando, puntualiza, se llegue a acuerdos con la Administración para evitar devoluciones de recetas que podrían resultar muy costosas para la botica.

Biológicos y biosimilares

Francisco Zaragozá hizo un llamamiento para que algunos grupos terapéuticos salgan del hospital, como los anticuerpos monoclonales anti-TNFa, antiasmáticos y otros inmunosupresores, medicamentos indicados para la degeneración macular, antiosteoporóticos e hipocolesterolemiantes, además del grupo de heparinas y biológicos simples como insulinas o interferones, entre otros.

El experto también abordó el papel de los llamados biosimilares, y recordó que no son iguales a los biológicos innovadores y no se puede equiparar con genéricos, ya que leves diferencias con el original pueden tener “consecuencias clínicas”, advirtió. Dado que su fabricación requiere inversiones elevadas y estudios clínicos largos, la bajada de precios no será tan acusada como en el caso de los genéricos, avanzó el farmacólogo.