A.C. Alicante | viernes, 25 de mayo de 2018 h |

Es habitual que el presidente de Sefac, Jesús C. Gómez, aproveche sus intervenciones en foros profesionales para recordar, y denunciar, la ingente cantidad de millones de euros que anualmente “se tiran por el desagüe” como consecuencia de la falta de adherencia de los pacientes a sus tratamientos, pidiendo por ello un mayor chance desde las Administraciones a la farmacia comunitaria para luchar contra esta lacra (sanitaria y económica).

Una de las últimas iniciativas de esta sociedad ha sido la elaboración de una Guía para identificar posibles pacientes no adherentes durante la dispensación, un documento desgranado en la mesa “Adherencia: ¿una asignatura pendiente?”, celebrada en el Congreso de Farmacéuticos Comunitarios.

“El confundido, el desconfiado y el que banaliza”. Como si del título de una película del oeste (versión farma) se tratase, estos son los perfiles del paciente susceptible de ser incumplidor que identifica Sefac, según enumeró Montse Gil, encargada de presentar el documento. El confundido respondería a un paciente dependiente, pluripatológico y de avanzada edad; mientras que el desconfiado sería aquel crítico con su tratamiento. El tercer perfil identifica la falta de compromiso o a quien no tiene consciencia real de su enfermedad e importancia.

Para Gil, “con una comunicación efectiva y una serie de preguntas se puede identificar en la dispensación qué tipo de perfil podría ser el incumplidor y actuar en consecuencia”. La identificación previa determinará si es oportuno apostar por herramientas como el SPD, educación sanitaria o seguimiento de parámetros, como algunas posibles actuaciones.

Por su parte, Rob Horne, miembro de diversas entidades científicas y académicas, incidió en que “un mismo paciente incumplidor puede moverse por los distintos perfiles según cada tratamiento”. Esa variabilidad también fue apuntada por Salvador Tranche, presidente de Semfyc, al considerar que “la mayoría de los pacientes son adherentes por rachas”. Iñaki Betolaza, director de Farmacia de País Vasco, señaló que “la responsabilidad de la adherencia es compartida entre profesional y paciente y por eso las decisiones deben ser también compartidas y consensuadas”