Alberto Cornejo Madrid | viernes, 06 de abril de 2018 h |

Tanto por la vía de los hechos —en Portugal— como por la de las palabras —en España—, los pacientes peninsulares en tratamiento con medicamentos antirretrovirales contra el VIH, así como colectivos sociales implicados en la lucha contra esta patología, parecen decantarse por la oficina de farmacia frente al hospital para la adquisición de esta medicación.

Así al menos se desprende de los resultados preliminares de un pilotaje iniciado a finales de 2016 en Portugal (adelantados por EG) de los que se ha hecho eco la Conferedación de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (ONG Colegas) para también solicitar que los medicamentos contra el VIH puedan recogerse en la red nacional de farmacias en detrimento de su dispensación hospitalaria.

Respecto a Portugal, el Ministerio de Salud luso, en colaboración con la Ordem Dos Farmacéuticos y la patronal nacional ANF inició en diciembre de 2016 un pilotaje que en su primera fase ha implicado a 45 pacientes en tratamiento con antirretrovirales del área de Lisboa y 246 oficinas de farmacia cuyos profesionales han realizado un curso formativo específico para poder participar en la experimentación y adaptación de sus instalaciones (zona privada de atención, etc.).

A lo largo del último año, estos pacientes han podido elegir —previa comunicación— si querían renovar de forma mensual su medicación acudiendo, como hasta entonces, a su hospital de referencia o a alguna de las 246 farmacias participantes. Pues bien, según los primeros resultados, de los 45 pacientes incluidos en su primera fase, el 98 por ciento de ellos (44 pacientes) optaron por las farmacias comunitarias para retirar su medicación. Por el contrario, solo uno (2 por ciento) optó por seguir acudiendo al hospital a por nuevas dosis.

Cabe recordar que, al menos durante el pilotaje, las farmacias no reciben retribución alguna ligada al servicio. Esta remuneración se abordaría únicamente ante una implantación futura y general.

Alta satisfacción

Los resultados preliminares de esta experiencia (evaluados el Imperial College de Londres) han confirmado una alta confianza y satisfacción de los pacientes con la accesibilidad y horarios que le ofrece la farmacia comunitaria. Así lo atisbó ya el ministro de Salud portugués, Adalberto Campos, en la presentación del proyecto en 2016: “esta iniciativa piensa en el paciente; en ese paciente que puede pasar muchas horas sentado en el hospital para ser atendido, o en aquel que no puede faltar a su trabajo por riesgo de perder el empleo”, manifestó entonces.

“Si un paciente portador del VIH, con total información, en consciencia y sin ningún tipo de coacción considera que adquirir su tratamiento en una farmacia le supone mayores facilidades, nuestra obligación es favorecer dicha opción”, dijo. Los pacientes parecen haber respondido a esta apuesta. Ahora, los objetivos más inmediatos pasan por continuar introduciendo más pacientes a esta prueba; en torno a 400.

Solicitud para España

Tras conocerse estos datos de la experiencia lusa, la Confederación LGBT Española ha solicitado públicamente al Ministerio de Sanidad que cambie la normativa actual por la que la dispensación de los medicamentos antirretrovirales se realiza desde los hospitales de referencia, para que puedan recogerse también desde las farmacias.

“Los pacientes deben decidir si quieren recoger su medicación en sus hospitales de referencia, o en las farmacias que más les convengan”, indican.A juicio de esta ONG, la adherencia está en juego. ”Creemos que ofrecer el canal de las farmacias como alternativa va a redundar sobretodo en una mayor adherencia de los pacientes a sus tratamientos contra el VIH y en un mejor servicio. El actual servicio hospitalario restringe mucho la accesibilidad de los pacientes por la limitación de horarios y sólo en días laborables, y por la distancia de los hospitales”, consideran.

Por último, denuncian que “actualmente el servicio de dispensación hospitalaria está más pensado en las administraciones sanitarias para facilitar su tarea de control, que en la propia comodidad y beneficio de los pacientes.