Alberto Cornejo Madrid | viernes, 26 de octubre de 2018 h |

En lo que respecta a la atribución de nuevas funciones a las farmacias, Francia quiere más. Tras pilotar el pasado ejercicio la vacunación de la gripe en farmacias —con éxito rotundo de resultados—, a partir de 2019 se podría experimentar la prescripción farmacéutica para determinadas patologías. Así lo ha acordado en primera instancia la Comisión de Asuntos Sociales de la Asamblea Nacional de Francia al aprobar una enmienda al respecto en el proyecto de Ley de Financiación de la Seguridad Social que actualmente se discute en esta Cámara. Por tanto, debe ser refrendado en la votación final del proyecto de Ley.

En concreto, la enmienda aprobada plantea “la experimentación, a partir de enero de 2019 y por un periodo de tres años, de la dispensación por parte de las farmacias de ciertos medicamentos de venta con receta, dentro de un protocolo y cooperación y coordinación con el médico y las estructuras sanitarias”. Incluso, más allá de los tres años de duración, esta enmienda entra a fondo en otros detalles de la prueba: se llevaría a cabo en su primera fase en dos regiones a elegir por el Ministerio de Salud, se debería publicar un decreto que recoja las características del proyecto y el Gobierno deberá presentar a la Asamblea Nacional un informe de la experiencia.

Respecto a las futuribles regiones escogidas para la prueba, es de esperar que reúniesen ciertas características geográficas en las que la red de farmacias juegue un papel clave. Por ejemplo, regiones eminentemente rurales en las que, en ciertas franjas horarias, esta prescripción podría solventar situaciones de urgencia.

Incluso, siguiendo el ejemplo existente en Suiza —donde el 20 por ciento de las farmacias están acreditadas para realizar ciertas prescripciones— la enmienda señala ciertas patologías que podrían ser objeto de prescripción farmacéutica, como la cistitis, conjuntivitis y el eccema.

Para justificar la iniciativa, la enmienda recoge que “médicos, farmacéuticos y otros profesionales sanitarios deben poder cooperar fácilmente, para facilitar el acceso a la asistencia al paciente”. Y, en este fin, “los farmacéuticos comunitarios deben poder dispensar ciertos productos médicos de venta con receta dentro de un protocolo asistencial con el médico”. Uno de los puntos que recogería este protocolo es, precisamente, definir los casos en los que el farmacéutico no estará capacitado para dispensar motu proprio un medicamento de venta con receta.

Opiniones contrapuestas

Como ha ocurrido —y probablemente siga ocurriendo— cuando una Administración Pública, como el Ministerio de Salud galo, ha otorgado nuevos roles a las farmacias, inmediatamente emerge la disparidad de opiniones al respecto.

En el caso de la prescripción farmacéutica, las voces discrepantes provienen de diversos sindicatos médicos galos (como CSMF y FMF, por sus siglas en francés) que coinciden en denunciar los riesgos de “otorgar al farmacéutico la responsabilidad de un diagnóstico médico”. En el lado opuesto, como no puede ser de otra manera, se ubican sindicatos farmacéuticos como FSPF, desde los cuales se valora como una probatura de “sentido común” ante la elevada cantidad de situaciones en las que un farmacéutico se ve en la necesidad de responder a una situación de urgencia con la dispensación de un medicamento que requiere receta.

Entre medias se encuentran asociaciones profesionales galas que integran a ambos colectivos —incluso enfermeros— como Coordinated Care, que se muestra partidaria de esta iniciativa dado que “permitirá brindar una respuesta inmediata y segura para muchas necesidades de salud”.

Coincidente con la campaña antigripal

Para confirmarse esta experiencia, habrá que esperar a que se apruebe la nueva Ley de Financiación de la Seguridad Social y se recoja esta enmienda aprobada en primera instancia por la Comisión de asuntos Sociales, cuyo proyecto será debatido en la Asamblea Nacional entre el 24 y 31 de octubre. De confirmarse, 2019 sería el año en el que, a la par que se generaliza la vacunación de la gripe a adultos en todas las farmacias del país como complemento a los centros de salud, se inicia asimismo este otro pilotaje.

De momento, esta noticia para las farmacias francesas coincide en el tiempo con el inicio de una nueva campaña de vacunación antigripal, en la que, como viene contando EG, las farmacias de cuatro regiones participan por segundo año consecutivo como puntos alternativos de inmunización a adultos que no presenten riesgos asociados.

En definitiva, muchos cambios en un corto espacio de tiempo. Y es que, también recién salido del horno, el Diario Oficial de la República recogía en su edición del 5 de octubre el Decreto 2018/841 de consejos y servicios que pueden ofrecer los farmacéuticos para promover la mejora o mantenimiento del estado de salud de los personas (seguimiento, SPDs, etc.).

Y, si el análisis se remonta un poco más atrás, cabe recordar que en verano de 2017 se acordó un nuevo modelo ‘mixto’ de remuneración por el cual, a partir de 2019, las farmacias recibirán una tasa fija por acto de dispensación (0,51 euros) adicional al margen comercial (entre 11 y 20,7 por ciento, según el fármaco) y el pago por parte de la Administración de ciertos servicios como el seguimiento y revisión de la medicación a pacientes mayores crónicos y polimedicados (60 euros por paciente). Ahora bien, respecto a este nuevo modelo retributivo sí existen discrepancias entre las propios sindicatos farmacéuticos galos sobre su idoneidad o si, por contra, será negativo para la economía de las boticas.

Dos años de cambios para las farmacias francesas

Vacunación (2017)

Se publica un decreto para experimentar la vacunación de la gripe en a ciertos colectivos

Remuneración (2017)

Se acuerda un nuevo modelo retributivo ‘mixto’ (margen más fijo por acto) y pago de servicios

Servicios (2018)

Un decreto establece los consejos y servicios que pueden prestar las farmacias a los ciudadanos

Prescripción (2018)

La Asamblea Nacional vota experimentar a partir de 2019 la prescripción farmacéutica