Suele decir metafóricamente Carlos Coves, recien reelegido presidente del Grupo Hefame, que su distribuidora “está soltera, pero con ganas de casarse”, para no descartar posibles operaciones futuras (de unión, fusión, concentración) con otras entidades sectoriales. Hefame es una de las apenas media docena de mayoristas dentro del ‘top 30’ del ranking nacional que operan de forma individual, sin sinergías comerciales y/o logísticas con otras cooperativas o agrupaciones. Y es que, en el contexto actual en el que se mueve la distribución farmacéutica española, ser single es un estado en vías de extinción.
Así ha ocurrido en los últimos meses con el proceso de constitución de Bidafarma (fruto de la fusión de ocho cooperativas) y del grupo de segundo grado —Grupo Bidafarma— en el que se integra esta compañía y otras cooperativas que rechazaron la fusión (Cofarte, Cofarca, D’Apotecaris) pero no deseaban perder las sinergías de las que disfrutaban en el extinto Grupo Farmanova. El proyecto de Bidafarma no les interesó, pero menos aún quedarse ‘aisladas’ tras el nuevo escenario.
Lo mismo ocurre tras conocerse el cese de actividades, el 1 de noviembre, del grupo cooperativista de segundo grado Farum+ —al no poder dar cumplimiento a ciertos requisitos de las Buenas Prácticas de Distribución—, que agrupaba a las gallegas Cofano y Cofaga, Zacofarva (Zamora), Cofabu (Ávila) y Socofasa (Salamanca). Dado que se trataba de una ‘muerte’ anunciada (la fecha responde al plazo máximo que daban las BPD), las cooperativas afectadas han optado por no esperar acontecimientos. Con un denominador común: todas han optado por dar la espalda a la soledad iniciando acercamientos a otros grupos cooperativistas.
“Imposible ir por libre”
La primera en dar pasos fue Cofaga, que ya está en trámites para integrarse en la nueva compañía Bidafarma, lo cual se prevé para el primer trimestre de 2017 . Hasta que se culminase esa operación, formará parte del Grupo Bidafarma.
Precisamente, a este grupo de segundo grado también se han unido otras cooperativas ‘rebotadas’ de Farum+: Cofabu (cuya adhesión fue aprobada por sus socios el 24 de octubre) y Sofocasa; y también Zacofarva está en tramites . Desde sus consejor rectores se defienden estos movimientos: “Actualmente es imposible trabajar de forma individual o ir por libre. Incluso, en el futuro nos plantearemos la integración en Bidafarma, porque nos gusta el proyecto”, confirma a EG Roberto Ortega, presidente de Cofabu.
Mientras, Cofano se ha acercado al otro principal grupo nacional: Unnefar. En su caso, la relación se limita por el momento a un acuerdo comercial para la gestión conjunta de compras a determinados laboratorios. Si esta primera sinergia resulta positiva, el presidente de Cofano, Manuel Muradás, confirma a EG que podría desembocar en un futuro en su paso a “miembro” de Unnefar. Desde aquí le abren las puertas: “compartimos una misma visión de la farmacia y estamos totalmente convencidos de que a lo largo 2017, en la medida que vayamos desarrollando una política comercial común, pondremos en marcha nuevos proyectos”, dice Álvaro Sánchez, su director gerente. También estima que operar individualmente “es muy complicado, por no decir imposible” y abre las puertas a cualquier otra entidad “que se ajuste al plan estratégico” de Unnefar.
Así las cosas, apenas media docena distribuidoras del ‘top 30’ siguen apostando por la individualidad (ver gráfico). La condición de ‘grandes’ del sector de algunas (Cofares y Alliance Healthcare) quizá lo permite. También sería aplicable a Fedefarma, con menor cuota nacional (5,5%) pero muy fuerte en Cataluña y el Mediterráneo. Sorprende más el caso de otras de menor tamaño, ámbito casi local y cuota (1%), como la manchega Cofarta. No obstante, sí mantiene ciertos acuerdos de suministro y comerciales con Grupo Cofares.