E.C. Madrid | viernes, 12 de mayo de 2017 h |

Cincuenta farmacias madrileñas y más de 500 folletos repartidos han hecho frente durante diez días al uso irresponsable de antibióticos entre la población, a través de una iniciativa conjunta entre la Sociedad Española de Farmacia familiar y Comunitaria (Sefac) y la Sociedad Española de Medicina de Familia (Semfyc) en la que también ha colaborado el Ayuntamiento de Madrid.

Entre los objetivos: “concienciar a la población sobre el uso racional del antibiótico, que no deben dejar antibióticos sobrantes en sus casas y que si alguna vez sobra alguno tienen que depositarlo en el punto SIGRE aunque no esté caducado. Además, ofrecer el mismo mensaje por parte del médico y del farmacéutico”, enumeraba Ana Molinero, vicepresidenta de Sefac quien aseguraba que desde la Sociedad estaban muy contentos con la acogida y de cómo habían respondido los farmacéuticos de Madrid ante esta iniciativa.

“Una vez analizados los resultados nos sentaremos de nuevo para ver cómo podemos seguir avanzando conjuntamente con todos los profesionales sanitarios para concienciar a la población del problema que supone el utilizar antibióticos indiscriminadamente.”

Molinero señalaba que no hay datos de cuantos medicamentos se han recogido porque “no se trataba de contar envases sino de concienciar a la población. El antibiótico depositado no ha pasado por las manos del farmacéutico, sino que el paciente lo ha depositado directamente en el punto Sigre”. Un punto en el que los dípticos informativos alertaban del riesgo para la salud que conlleva la automedicación.

Desde el 27 de abril hasta el 7 de mayo, tuvo lugar esta campaña en la que han participado, de manera conjunta, médicos y farmacéuticos y , en la que “se ha colocado un cartel en las farmacias comunitarias, se ha ofrecido un folleto sobre el uso responsable de antibióticos y se ha llevado a cabo una pequeña encuesta para conocer los motivos por los que los pacientes guardan antibióticos sobrantes, que no han tomado cuando les han prescrito, en sus casas”.

Se calcula que, de media, en los hogares españoles se almacenan 1,5 envases de antibióticos y, precisamente, otro de los objetivos de Sefac y Semfyc era el de concienciar a los ciudadanos para que reduzcan el volumen de ese almacenaje en sus domicilios.

No obstante, el principal problema que la sociedad plantea ante los antibióticos es que “todavía se cree que siempre que haya fiebre, hay que utilizar un antibiótico, como por ejemplo con una gripe o resfriados. También se cree que no es necesario terminar el tratamiento prescrito o que no es necesario respetar el tiempo entre las tomas”, afirmaba Molinero.

Desde la farmacia comunitaria se debe continuar instruyendo a los usuarios para que tengan claro de que el antibiótico solo se debe emplear con prescripción médica, y de que se deben terminar los tratamientos prescritos, a parte de depositar los medicamentos sobrantes (si los hubiera) en el punto Sigre.

Y es que, en general, incidía la vicepresidenta de Sefac, las personas “no son conscientes del riesgo que conlleva utilizar los antibióticos de manera indiscriminada, ya que se pueden crear resistencias bacterianas” que son las que provocan que los antibióticos pierdan eficacia en un futuro cuando de verdad un enfermo necesite ese tratamiento.