Alberto Cornejo Madrid | jueves, 12 de abril de 2018 h |

En lo que va de década —y especialmente de 2013 a 2016— el segmento del Autocuidado viene siendo el ‘arma’ que tiene la oficina de farmacia para crecer y compensar la caída de precios del mercado de prescripción. En los últimos años, el Consumer Health venía creciendo en torno a una media del 7 por ciento anual. Sin embargo, en 2017, esta tendencia se paralizó, al experimentar apenas un aumento del 1 por ciento.

Estos datos han sido presentados por Concha Almarza, directora general de IQVIA, en el inicio de la conferencia “Entorno y retos del mercado del Autocuidado” celebrada en el marco de la I Feria de Parafarmacia organizada por Grupo Cofares este 12 de abril en Madrid. Unos datos que llevan a preguntar: ¿por qué se ha congelado el mercado del Autocuidado?

Para la experta de IQVIA, una de las claves pasa porque “la naturaleza de los productos que se lanzan actualmente en Consumer Health se basan en extensiones de línea que ayudan a fidelizar a los consumidores con las que ya cuenta la farmacia, pero no a generar nuevo tráfico de consumidores en este canal”. Así se posiciona también Rosa Martínez, farmacéutica y consejera de Cofares: “desde 2015 ha habido cierto parón en el lanzamiento de verdaderas innovaciones en el área del Autocuidado”, ha valorado. “Las extensiones de línea son importantes, pero hay que alimentar la innovación para atraer nuevos consumidores”, ha enfatizado la directora de IQVIA.

Desde la industria también se señala la importancia de la innovación, si bien “en el estancamiento del mercado entran en juego diversos factores; todos tenemos parte de culpa, farmacias e industria”, ha apuntado Manuel Garrido, director general de Kern Pharma. Por su parte, Javier Vaquer, director general de Hartmann, considera que desde las compañías “se debe apoyar a las farmacias en técnicas de venta y creatividad que faciliten la mejor experiencia de compra al consumidor”. “Los titulares deben vernos como un aliado y no como aquel que quiere colar sus productos en las estanterías de su farmacia”, ha indicado su compañero de Kern Pharma. Ahora bien, Garrido ha querido recordar las “cortapisas” para la creatividad que establecen las reglas de juego en el ámbito farmacéutico (normativa, publicidad, etc.) respecto a otros sectores.

Más allá de la innovación (desarrollar nuevas categorías, etc.) otro de los problemas a los que se enfrenta la oficina de farmacia en el mercado del autocuidado hace referencia a que “cada vez hay muchos más canales en los que están presentes estos productos y el consumidor tiene más posibilidades de elección”, ha expuesto Emilio Martínez, consejero de Cofares, apelando a la “especialización y profesionalidad” del farmacéutico como diferenciación. Así opina también Almarza, al recordar que “el competidor de una farmacia no son el resto de farmacias, sino los otros canales y la descanalización; la farmacia debe combatir la descanalización de ciertas categorías que hasta ahora le pertenecían”, opina.

Para la diferenciación, también es clave es conocer al cliente, puesto que “si no conocemos al consumidor es imposible proporcionarle una satisfactoria experiencia de compra”, manifiesta el director general de Hartmann. El consumidor actual nada tiene que ver con el de hace diez años, al ser un consumidor “más informado, que compara canales y productos y se apoya en las nuevas tecnologías”, enumera como algunas características Concha Almarza. “El reto es atraer al consumidor que no entra en la farmacia”, apunta Rosa Martínez.