El Global Madrid | jueves, 19 de octubre de 2017 h |

Farmamundi ha situado ya más de 100.000 bolsitas de caramelos de goma en las boticas, dentro de la campaña “Ositos solidarios” puesta en marcha por esta ONG con la colaboración de los colegios farmacéuticos y la patronal de la distribución Fedifar. Sin embargo, todavía no ha alcanzado su meta: la venta de 160.000 unidades. “Estamos muy cerca de lograr nuestro objetivo, pero ahora más que nunca necesitamos el apoyo de la ciudadanía, para que acuda a su farmacia de confianza y pregunte por los ositos solidarios de Farmamundi, como lo harían con un producto más. Un pequeño gesto para ti puede cambiar la vida de muchas personas”, comenta el presidente de Farmamundi, Ricard Troiano. La campaña, puesta en marcha en toda la red nacional de farmacias, finaliza el 31 de diciembre.

En este sentido, la organización pide ayuda también del sector farmacéutico, muy comprometido: “si las farmacias no solicitan a su distribuidora habitual los estuches de ositos, no podremos llegar al cliente final. A veces no hace falta gran cosa: unos simples caramelos de goma pueden cambiarlo todo. Miles de farmacéuticas y farmacéuticos ya forman parte de ese cambio. Queremos que cada día sean más las farmacias solidarias colaboradoras porque sabemos que ellas, mejor que nadie, comprenden la importancia de garantizar el acceso a la salud y a los medicamentos, nuestra misión”, concluye Troiano.

Los beneficios netos de la campaña solidaria de Farmamundi irán destinados a la misión social de la ONG, para mejorar la salud de quienes más lo necesitan. La iniciativa persigue recaudar fondos para mantener el compromiso con las comunidades con las que la ONG trabaja desde hace 25 años, y disponer de recursos propios para poder reaccionar de manera rápida y autónoma ante posibles emergencias humanitarias, como la difícil situación que padece la población refugiada siria, entre otras muchas intervenciones en las que Farmamundi está trabajando.

La campaña, que termina el 31 diciembre de 2017, pone de manifiesto que en el mundo existe una desigualdad en el acceso a la salud. Un ejemplo de ello es que casi 2.000 millones de personas, la tercera parte de la población mundial, no tienen acceso regular a los medicamentos esenciales.