Alberto Cornejo Madrid | viernes, 28 de septiembre de 2018 h |

Tal como recogía un informe de EG, el anuncio de la Comunidad de Madrid de que su inclusión en el proyecto de interoperabilidad de receta electrónica se produciría “siempre a partir de septiembre” significaba a su vez que, un año más, los pacientes no podrían disfrutar en verano —periodo de desplazamientos por excelencia— de la posibilidad de retirar su medicación en cualquier farmacia del país. Un derecho que, no conviene olvidar, sí tenían con las prescripciones en papel.

Sin embargo, los esfuerzos de otras comunidades autónomas como Andalucía, Baleares y Cataluña por adentrarse en la interoperabilidad de la e-receta antes o durante los meses veraniegos bien podía ayudar a minimizar este impacto sobre el paciente. Los esfuerzos llegaron a buen puerto y ahora, tras conocerse algunos datos en torno a la interoperabilidad en estos últimos meses, confirman que el llamamiento a acelerar este proceso no era un canto al sol. Los pacientes han respondido satisfactoriamente.

Cataluña puede situarse como primer ejemplo. Esta ha sido la última región en sumarse al proyecto de interoperabilidad, sumándose así a las otras 15 ‘compañeras de viaje’ que ya formaban parte de él —todas a excepción de la citada Comunidad de Madrid y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla—. Su entrada efectiva tuvo lugar a finales de julio y, en apenas el primer mes en interoperabilidad, sus farmacias realizaron más de 22.000 dispensaciones de recetas electrónicas a pacientes de otras comunidades autónomas a lo largo del mes de agosto. Incluso, se llegaron a registrar máximos diarios de más de 1.000 dispensaciones de recetas electrónicas foráneas, tal y como apuntan desde el Consejo Catalán de Colegios Farmacéuticos.

Andalucía: 60.000 e-recetas ‘foráneas’

También Andalucía —región que recibe una gran cantidad de turismo nacional en la época estival— ha hecho públicos sus datos desde que se integrase en el proyecto el pasado 18 de julio.

En su caso, un total de 61.849 personas residentes fuera de Andalucía han podido retirar su medicación en las boticas regionales este verano —a fecha de 24 de septiembre—. Los residentes en Cataluña y Extremadura son los que más han hecho uso de este servicio (23.053 y 9.182, respectivamente), seguidos de la Comunidad Valenciana (8.336), País Vasco (5.321) y Castilla La Mancha (3.205), según las cifras difundidas por la Junta de Andalucía.

En lo que respecta a las oficinas de farmacia, los establecimientos en los que se ha hecho un mayor uso de este nuevo servicio son las boticas de Granada (11.962 dispensaciones), seguidas de Málaga (9.072) y Almería (8.677).

Efecto rebote

Es evidente que la reciente inclusión de tres CC.AA. en el proyecto también ha propiciado un aumento de las dispensaciones ‘foráneas’ en las otras regiones que ya eran interoperables.

Castilla-La Mancha ha informado que casi ha duplicado en los dos últimos meses el número de recetas interoperables dispensadas a ciudadanos de otras comunidades —Castilla-La Mancha se incorporó a la interoperabilidad de la e-receta en julio de 2017—, algo que la Consejería achaca “a los desplazamientos que conlleva el verano y la incorporación de nuevas regiones al proyecto”.

Si hasta el pasado mes de junio (casi un año después de su entrada) la cifra de dispensaciones ‘foráneas’ se situaba en 127.038, a finales del mes de agosto se han contabilizado un total de 247.047 recetas dispensadas a pacientes de otras regiones. En el desglose, son los ciudadanos de la Comunidad Valenciana los que más uso han hecho de esta posibilidad, con 172.087 recetas retiradas en las farmacias manchegas (70 por ciento) seguidos de los de Cataluña (19.592 e-recetas) y Aragón (10.204). Las farmacias de Cuenca son las que más pacientes foráneos han recibido (105.603 dispensaciones, un 43 por ciento).