El Global Barcelona | viernes, 15 de junio de 2018 h |

Los farmacéuticos, como profesionales sanitarios cercanos y de referencia, tienen un papel clave a la hora de ayudar al paciente con cáncer a mejorar la calidad de vida y la adherencia a los tratamientos. Para dar más herramientas a estos profesionales, el Colegio de Farmacéuticos de Barcelona ha organizado, por primera vez, un curso centrado en la atención farmacéutica a pacientes oncológicos, con la colaboración de la Sociedad Catalana de Farmacia Clínica (SCFC).

En concreto, los 77 profesionales que recibieron esta formación, impartida por un equipo multidisciplinar —oncólogos, farmacéuticos y médicos del Programa de Atención Domiciliaria y Equipos de Apoyo (Pades)— profundizaron en conocimientos sobre cómo abordar la actuación farmacéutica en todas las etapas del paciente oncológico, desde la prevención, la detección y las etapas intermedias de tratamiento activo hasta el estado de superviviente.

“El curso supone una oportunidad única para tener una visión global del tránsito que hace el paciente por los diferentes ámbitos asistenciales y proporciona recursos para que los farmacéuticos podamos mejorar la calidad de vida de los pacientes oncológicos”, explica Guillermo Bagaria, responsable de Atención Farmacéutica y vicetesorero del COF de Barcelona, y uno de los coordinadores de la formación, junto con Cristina Roure, vocal colegial de Hospitales y presidenta de la Sociedad Catalana de Farmacia Clínica (SCFC), y Angels Arcusa, jefa del Servicio de Oncología del Consorcio Sanitario de Terrassa.

Actuación farmacéutica

Roure destaca que “las personas que han sobrevivido a un cáncer retoman sus vidas ligadas a su entorno, a su casa, a su barrio y a los profesionales sanitarios más cercanos, como su equipo de medicina de familia o su farmacéutico de confianza”. Por ello, “la atención farmacéutica tiene que estar basada en el conocimiento”, concreta la vocal de Hospitales del COF de Barcelona.

“La atención del paciente con cáncer, en tratamiento o durante su seguimiento después de superar la enfermedad, es una tarea compleja caracterizada por la multidisciplinariedad y en el equipo de atención tiene un rol singularmente muy importante el farmacéutico, un profesional, a menudo un amigo, muy cerca del paciente y su familia”, expone la jefa del Servicio de Oncología del Consorcio Sanitario de Terrassa. Y añade: “Gracias a este curso, se ha profundizado en el conocimiento del cáncer con una perspectiva transversal centrada en el paciente y su entorno”.

Contenidos de la formación

El programa del curso constaba de tres módulos. El primero, titulado “Introducción y tratamiento específico del cáncer”, incluyó aspectos como las causas de la enfermedad y la incidencia en Cataluña y el mundo. Por otro lado, también se hizo referencia a la prevención a través de la promoción de hábitos saludables y a las campañas de detección precoz y programas de cribado. Por último, se trató el diagnóstico y tendencias de tratamientos no farmacológicos y farmacológicos.

En el segundo —“Oportunidades de atención farmacéutica en la detección y el abordaje de los efectos secundarios y las secuelas del tratamiento”— se abordó el entorno psicosocial y emocional del paciente con cáncer. Además, se incidió en los principales síntomas de los efectos secundarios relacionados con el aparato digestivo, los sistemas cardiovascular y nervioso, y la piel y las mucosas. También se hizo referencia al papel de la alimentación y la actividad física.

Finalmente, durante el último módulo, se profundizó en las interacciones del tratamiento oncológico con el tratamiento de otras patologías, alimentos o fitoterapia. Además, también hubo un espacio dedicado a la salud integrativa.