Alberto Cornejo Barcelona | viernes, 22 de junio de 2018 h |

“Si usted hace lo que yo no puedo y yo hago lo que usted no puede, juntos podemos hacer grandes cosas”. La frase es de Teresa de Calcuta, pero Antoni Torres, presidente de Fefac, hace uso de ella ahora que la farmacia catalana cuenta, casi de forma simultánea, con nuevos interlocutores por partida doble: en el Gobierno central y autonómico. El presidente de la patrona farmacéutica catalana canaliza en esta entrevista las expectativas de colaboración con las ‘nuevas’ Administraciones y otros asuntos de actualidad.

Pregunta. ¿Cómo valora la vuelta a la normalidad, al menos en lo que a la gestión administrativa de Cataluña se refiere, y de su Sanidad, tras el levantamiento del 155?

Respuesta. Cualquier vuelta a la normalidad siempre es una buena noticia, aunque, en lo sanitario, haya supuesto un cambio en el equipo de la Consejería (en alusión al ‘obligado’ relevo de Toni Comín como consejero). Ahora bien, no esperamos grandes cambios porque la orientación en la gestión de la Sanidad catalana siempre ha sido semejante. Creemos que va a haber una política de continuidad en un modelo sanitario en Cataluña que, por otra parte, es un éxito.

P. Poco antes de que se produjesen los cambios, Fefac había mantenido un encuentro con el ya ex director general del Catsalut, David Elvira, y parte de su equipo. ¿Se ha hecho lo propio con el nuevo organigrama que encabeza Alba Vergés?

R. Vamos a repetirlo, efectivamente, pero aún no tenemos fecha. La idea es continuar con las propuestas que les transmitimos cara a mejorar la prestación farmacéutica que realizan las farmacias. Tuvimos la suerte que en esa reunión también había personal técnico y el personal técnico no varía. Veo muchas posibilidades de colaboración y, sobre todo, ganas de trabajar del nuevo equipo.

P. Uno de los asuntos que tenía en agenda el anterior equipo era (es) desarrollar un nuevo modelo de prestación a residencias, el cual generó cierto revuelo inicial. ¿En qué estado se encuentra el proyecto? Y, sobre todo, ¿cree que el nuevo equipo habría que partir de cero?

R. Somos parte de la negociación desde el ámbito de la oficina de farmacia. Es verdad que circuló un documento que generó mucho revuelo porque fue interpretado erróneamente como una imposición, cuando sólo se trataba de un primer documento ‘negro sobre blanco’ sobre el que empezar a trabajar y presentar alegaciones, como hicimos desde Fefac.

P. Hubo voces que lo consideran una suerte de Resi-EQIfar catalán que excluye a las farmacias en la prestación a residencias. ¿Qué sensación dejó por su parte a Fefac?

R. Pues como todo en la vida: blancos y negros. En lo positivo, nosotros sí consideramos que se cuenta con la farmacia comunitaria como elemento esencial en el servicio a centros sociosanitarios, no solo como proveedor logístico, sino como también de servicios de calidad.

P. Entonces, ¿ese revuelo se debe a una precipitación de ciertas partes en la valoración o una interpretación errónea?

R. Yo siempre creo que en situaciones así no hay un único culpable. Cuando algo genera ruido es porque se han juntado diversos elementos. Mala comunicación, mala interpretación… Lo importante es ponerse a trabajar entre todos en la búsqueda de acuerdos y el mejor modelo posible para los residentes.

P. Mientras, desde Fefac han iniciado un “estudio de campo” con los asociados para conocer, indican, “la realidad actual de la prestación a residencias”, ¿no?

R. Queremos constatar cuál es la situación fidedigna por parte de nuestros propios asociados. Es decir, que sean ellos, de forma anónima, quienes nos informen qué servicio se presta, a qué tipo de centro, etc. El modelo que se plantea podría estar principalmente pensado para centros grandes pero en Cataluña hay un gran número de pequeñas residencias.

P. En la reunión con el Catsalut de la que hablábamos antes Fefac también se pidió ‘regular’ la dispensación de urgencia en farmacias. ¿Cuál es la propuesta?

R. Cuando hacemos propuestas, intentamos que sean beneficiosas para Administración, pacientes y farmacias. Es notorio que muchas de las asistencias a urgencias son actos de trámites para obtener una receta de un medicamento ya prescrito, bien porque el paciente ha perdido su medicación, lo ha olvidado en su lugar de residencia, etc. Hay una gran cantidad de casuística. ¿Es necesario que estos casos saturen las urgencias? ¿No se puede hacer de otra manera? Creemos que en situaciones así, actuando de forma protocolizada con la Administración, con su debido registro, etc., se puede permitir, y reconocer, la dispensación de urgencia.

“Aunque hay nuevo equipo en la Consejería, creemos que habrá una política de continuidad”
“Pese al revuelo, la propuesta del Catsalut con la AF residencias sí cuenta con las farmacias”