El Global Madrid | viernes, 16 de septiembre de 2016 h |

La colaboración entre las entidades de la distribución farmacéutica en España y las universidades ha ofrecido esta semana dos muestras de que las relaciones, además de necesarias son muy fructíferas para la formación de los futuros farmacéuticos.

Así, Grupo Cofares y la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) firmaron el pasado 14 de septiembre un convenio marco de colaboración para que los estudiantes de la universidad manchega —cursen o no el Grado de Farmacia— puedan realizar prácticas académicas externas extracurriculares en este grupo distribuidor.

Durante la firma del acuerdo, la secretaria del Consejo Rector del Grupo Cofares, Soledad Muelas, señaló la importancia que tiene para la cooperativa mantener una relación de estrecha colaboración con las universidades españolas. También la vicerrectora de Transferencia e Innovación de la UCLM, Ángela González, incidió en la importancia de que el convenio esté abierto a todos los estudiantes de la universidad, y que no solo se limite a los que cursan el Grado de Farmacia. Gracias al proyecto formativo planteado en el convenio, los alumnos podrán realizar prácticas vinculadas directamente con la distribución farmacéutica, o bien con sistemas de gestión de la calidad o buenas prácticas.

El segundo de los ejemplos lo ha ofrecido el Grupo Hefame, que el pasado 15 de septiembre firmó un acuerdo de colaboración con la Universidad de Murcia, para la creación de un aula simuladora de farmacia. Así, José Orihuela, rector de la Universidad de Murcia y Carlos Coves, presidente de Fundación Hefame y Grupo Hefame, rubricaron un acuerdo marco que facilitará la construcción de un aula de simulación de oficina de farmacia destinada a la formación práctica de los alumnos del Grado de Farmacia.

La Fundación Hefame proporcionará los medios para la simulación de casos reales. En el aula de la UMU, los alumnos podrán dar consejo terapéutico y participar en las decisiones de farmacoterapia y diotetorapia; promocionar el uso racional de los medicamentos; identificar, evaluar y valorar problemas relacionados con la medicación; desarrollar actividades de farmacia clínica y social; intervenir la promoción de la salud, así como habilidades de comunicación para el trato con pacientes, usuarios y otros profesionales sanitarios.