Alberto Cornejo Bled (Eslovenia) | viernes, 10 de febrero de 2017 h |

Los que entienden de ello son conscientes — y así lo denuncian— que la atención farmacéutica (AF) es un concepto aún verde sobre el terreno, pese a estar “en boca de todos”. Cuanto menos, con mucho camino por recorrer tanto sobre el terreno (en las farmacias comunitarias) como incluso en la literatura publicada. Tanto en Europa, aunque hay países donde sí presenta un mayor desarrollo, como sobre todo en España. El objetivo es, con el indispensable apoyo de las Administraciones, pasar de las (buenas) palabras sobre la AF a los hechos.

Si bien no todos, buena parte de los expertos investigadores continentales en esta práctica se aglutinan desde 1994 en torno a una asociación, quizá desconocida para muchos: la Red Europea de Atención Farmacéutica (PCNE, por sus siglas en inglés). Esta Red celebró del 1 al 4 de febrero en Bled (Alpes eslovenos) la décima Conferencia de la PNCE, un encuentro en el que se “exploran, discuten y construyen estrategias” para una implementación efectiva y “viable” de servicios de atención farmacéutica en el Viejo Continente.

Respecto a esta décima conferencia, la representación española estuvo ejercida por Ana Molinero (vicepresidenta de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria), Ana Dago (patrono y vicepresidenta de Pharmaceutical Care) y Ana Santamaria (miembro del Grupo de Investigación en AF de la Universidad de Granada). “Es un encuentro muy valioso para tomar el pulso a la AF europea y, en nuestro caso, analizar si algunas de las iniciativas existentes serían factibles y aplicables en nuestro país”, apunta a EG Ana Dago.

Tal como se puso de manifiesto en uno de los diversos talleres que compusieron este encuentro, “a medida que aumenta la contribución de los farmacéuticos a la mejor coste-efectividad de los sistema sanitarios mediante la prestación de servicios de AF, también lo hace la expectativa de que estos profesionales seguirán adoptando y ofreciendo nuevos servicios”. Sin embargo, y es ahí cuando aparece una primera piedra en el camino, “hay una brecha entre la expectativa y la realidad”, según el resumen de conclusiones facilitado a EG.

En este sentido, “la inversión en servicios profesionales farmacéuticos por parte de los Gobiernos y otros posibles contribuyentes rara vez toman en cuenta los factores necesarios para una implementación exitosa, como puede ser la formación, las directrices y su abono”, confirma la investigadora australiana Alison Roberts, invitada a este evento. ¿El resultado? “Una falta de capacidad de la profesión farmacéutica para adoptar y prestar servicios de manera sostenible”, sentenció esta experta.

Falta de indicadores sobre la calidad

Otro de los asuntos que se abordó en esta reunión de la PCNE, y que repercute tanto a la experiencias asistenciales ya existentes como las venideras, es: ¿cómo medir la calidad de la AF?

Respecto a este debate, se partió de la inexistencia de indicadores comunes de medición que puedan ser aceptados internacionalmente. En algunos países, como Suecia, la medición se basa ‘oficialmente’ en la Guía de Buenas Prácticas elaborada por la Federación Internacional Farmacéutica (FIP). A ello se suma —o resta— la falta de literatura publicada para medir esta calidad. Y en la que hay “los indicadores están vagamente definidos, lo que dificulta la medición” según repasaron en este workshop los expertos holandeses Martina Teichert y Foppe van Mil (a su vez secretario de Organización de la PNCE) junto al irlandés Martin Henman.

En aquellos países que sí tienen definidos indicadores para medir la calidad, el problema radica en que “tienen una dependencia sobre el contexto”. Es decir, “son aplicables en el país de origen pero no tanto fuera de él”, opinó Teichert. Para estos expertos, serían tres los principales indicadores (outcoms) para medir la prestación de un determinado servicio: existencia de protocolos, cifra de encuentros periódicos (seguimiento) con el paciente, así como la satisfacción del propio paciente con la atención.

Proyecto europeo de AF

La Red Europea de AF aprovechó este encuentro para seguir perfilando las bases de un futuro proyecto global europeo de atención farmacéutica dirigido a pacientes adultos-jóvenes (entre 18 y 50 años) con diabetes tipo 2.

En concreto, este proyecto se desarrollaría paralelamente en diferentes países del continente y buscaría favorecer y medir, a tenor de esos outcoms, el nivel de adherencia a sus tratamientos mediante programas de seguimiento.


La Red Europea de Atención Farmacéutica (PCNE) es una entidad creada en 1994 que reune a expertos en esta práctica



La implementación “exitosa” de un servicio pasa por tener en cuenta (previamente) la formación, directrices y abono