Alberto Cornejo Madrid | viernes, 29 de marzo de 2019 h |

Los farmacéuticos andaluces aún recuerdan cómo en los inicios de las subastas, y a fin de que la Administración validase y abonase la sustitución de un medicamento adjudicatario en situación de desabastecimiento (y no han sido pocos), debían presentar como justificante de su actuación un escrito del propio fabricante reconociendo la situación de falta. Una misión ‘imposible’ dado que los contratos entre fabricantes y SAS reflejaban sanciones para aquellas compañías adjudicatarias que no abasteciesen suficientemente el mercado.

Cuestiones como ésta explicarían por qué las cifras ‘oficiales’ de desabastecimientos en Andalucía por las subastas nunca han coincidido con las alertadas por las oficinas de farmacia. También vale para explicar, ya en clave nacional, por qué no se ha conseguido atajar por completo un problema que, aunque siempre existió, ahora trasciende a la opinión pública —al hacerse eco, y magnificarlo, los medios generalistas— y ha llevado incluso al Ministerio de Sanidad a presentar un Plan de Garantía de Abastecimiento. Dicho plan fija un cronograma de actuaciones en tres ejes (prevención, gestión e información) entre 2019 y 2022 (ver gráfico).

Aun siendo plausible la decisión ministerial de abordar este problema con una estrategia que implique a todos los actores —profesionales, industria y pacientes—, quizá convenga iniciar el camino con las ideas claras. Y ello obliga a formular diversas preguntas… Para las que hay diversas respuestas (según el interlocutor). Sin una homogenización de criterios, el reto puede nacer ‘viciado’.

La primera de ellas versaría en torno a la propia definición de “desabastecimiento”. Como viene informando EG, las quejas del sector pasan por la poca concreción del concepto por parte de la Aemps. No tanto en lo terminológico sino de impacto en duración o alcance.

La farmacia pide ser “voz autorizada”

La siguiente pregunta (o crítica) viene relacionada con los interlocutores ‘autorizados’ o referentes para comunicar desabastecimientos. El debate comienza con la propia definición de la Aemps, que indica que estos problemas “son comunicados a la Aemps, bien por las autoridades sanitarias de las CC.AA. (…) o bien por los titulares de la autorización de comercialización del medicamento”.

En este sentido, la Organización Farmacéutica Colegial —CGCOF y COF provinciales— ha elaborado un argumentario en torno a esta problemática en el que denuncia que “esa información no siempre coincide con la realidad de las farmacias y los medicamentos que están en falta en sus distribuidoras”.

Para ejemplificar esta diferencia entre lo que podrían considerarse desabastecimiento “de despacho” frente a los de “mostrador”, la farmacia echa mano de los datos del Centro de Información sobre el Suministro de Medicamentos (Cismed) impulsado por el CGCOF y en el que más de 7.400 farmacias trasmiten “a tiempo real” situaciones “generalizadas” de suministro irregular o inadecuado.

Pues bien, en 2018, Cismed registró un total de 228 medicamentos con problemas de suministro, que representan un total de 124 principios activos. De ellos, y ahí radica la denuncia de la profesión, solo el 31 por ciento tuvieron la consideración de desabastecimientos oficiales por la Aemps. Es decir, habría casi un 70 por ciento de potenciales desabastecimientos en un ‘limbo’ entre los despachos y la botica.

A modo de ejemplo, la Organización Farmacéutica Colegial pone sobre la mesa el caso de Elontril 150 mg, que, según las alertas emitidas en el marco de Cismed, cuenta con problemas de suministro en 49 provincias, pero sin que esté considerado “oficialmente” en situación de desabastecimiento. También cabe recordar lo acontecido con Adiro: la catalogación oficial de desabastecimiento por la Aemps llegó en octubre de 2018, meses después de que los informes mensuales de Cismed viniesen constatando la inexistencia de este medicamentos en las reboticas.

La crisis de los ‘sartanes’

Al margen de esta disparidad de cifras, durante su intervención el 27 de marzo en el evento FarmaForum celebrado en Madrid, la directora de la Aemps, María Jesús Lamas, recordó que el crecimiento de los desabastecimientos se debe en buena parte a la crisis de los ‘sartanes’.

Asimismo, Lamas incidió en que no solo España lo sufre “sino que se da en todos los países” y que el objetivo del Plan presentado es aunar esfuerzos con el sector cara a “buscar soluciones para que cada vez se den menos y tengan menos impacto”. De forma paralela, se vienen celebrando constantes reuniones entre las Agencias europeas, informó.