Alberto Cornejo Madrid | viernes, 03 de noviembre de 2017 h |

Apenas cuatro semanas después de que el 6 de octubre arrancase la iniciativa, más de 30.000 ciudadanos de Francia ya se han vacunado de la gripe en las oficinas de farmacia acreditadas para participar en esta prueba. Cabe recordar que, de forma experimental en dos regiones de Francia (Auvergne Rhône Alpes y Nouvelle Aquitaine) y durante los próximos tres años, los adultos que lo deseen —con el único condicionante de que ya hayan sido vacunados de la gripe en campañas anteriores, excepto las mujeres embarazadas— pueden acudir a estos establecimientos para ser inmunizados.

Así las cosas, las primeras cifras que arroja la puesta en marcha de esta experiencia, cuando ni siquiera se ha cumplido su primer mes de vigencia, arrojan resultados satisfactorios. No solo por el número de ciudadanos (más de 30.000) que han elegido la farmacia para ser vacunados de la gripe, sino por la propia implicación voluntaria de las farmacias y los profesionales que en ellas ejercen.

Por ejemplo, según datos de la Agencia Regional de Salud (ARS) y de los que se hacen eco los medios profesionales galos, en la región de Auvergne Rhône Alphes, más de la mitad de las farmacias (58 por ciento) están involucradas en el proyecto. En total, cerca de 1.500 farmacias y 2.700 farmacéuticos tienen la autorización de la ARS para administrar la vacuna de la gripe y en torno a otro centenar de boticas están a la espera de recibir la aprobación.

Cabe recordar que el objetivo de este pilotaje impulsado por el propio Ministerio de Salud francés tiene por objetivo evaluar a lo largo de los próximos tres años si la implicación directa de las farmacias galas en la campaña anual de vacunación de la gripe —con la administración en estos establecimientos de forma complementaria a los centros de salud— mejora la tasa de cobertura entre la población, muy alejada en Francia de lo recomendado por la OMS (75 por ciento).

En este sentido, Carine Wolf-Thal, presidenta de la Orden Nacional de Farmacéuticos de Francia, dice estar “convencida” de que este experimento “será un éxito tanto en términos de compromiso de los farmacéuticos como de cumplimiento de las expectativas de la población”.

Protocolo y remuneración

Si bien la formación y acreditación ha estado supervisada por la Agencia Regional de Salud, la Orden Nacional de Farmacéuticos ha facilitado esta labor con el desarrollo de una plataforma online dedicada a apoyar al farmacéutico en todas las etapas del cuidado del paciente, incluyendo el acceso a la regulación que sustenta la prueba y material didáctico.

Mientras, el farmacéutico autorizado para vacunar debe recoger el consentimiento escrito del paciente y cumplir con la ‘Guía de vacunación’ recogida en un anexo del decreto que regula el proyecto.

Respecto a esta campaña, la participación de la farmacia es voluntaria pero remunerada. En concreto, cada administración de una vacuna de la gripe acarrea una remuneración de 4,50 euros (mediante receta pública) y 6,50 euros (en el caso de las aseguradoras).

Asimismo, se establece una retribución adicional de cien euros para aquellas farmacias que hayan vacunado a más de cinco pacientes.

En España, aún una quimera

La confianza en las farmacias comunitarias para la administración de ciertas vacunas, en complemento o sustitución de otros canales, es una realidad no solo en Francia, sino en otros muchos países. Véase, por citar unos ejemplos, Portugal, Irlanda, EE.UU, Suiza, Canadá… En este último país, como informó EG, el propio ministro de Salud, Benoît Bourque, cumplió con el ejemplo al escoger una oficina de farmacia para ser inmunizado frente a la gripe.

Mientras, en España, esa situación aún parece una quimera. Las voces profesionales que han reclamado esta posibilidad se han encontrado con el descarte de la Administración —como fue el caso de la respuesta del Sergas al ofrecimiento oficial por parte del COF de Pontevedra— o la oposición frontal de otros colectivos sanitarios como el de Enfermería.

Tan solo la Consejería de Sanidad de Madrid, en palabras de su director general de Coordinación de la Asistencia Sanitaria, César Pascual, ha aludido al “encaje legal” que tendría delegar esta función a las farmacias, según los informes jurídicos que manejan en la Administración regional. Eso sí, este escenario sólo se plantearía en la actualidad —concretó Pascual en un reciente foro profesional— ante imprevistos tales como situaciones de huelga en el colectivo de enfermeros u problemas graves que afecten a la salud pública que obliguen a hacer uso de todos los recursos sanitarios. En ningún caso como opción permanente de futuro en cada campaña anual de vacunación.

Lo que sí es permanente es el ofrecimiento y predisposición de los propios farmacéuticos españoles a ello, a pesar de estas negativas. Según los resultados de una encuesta planteada por EG en su web (www.elglobal.net), más de la mitad de lectores (60 por ciento) ven necesario otorgar un mayor papel a las farmacias en las campañas autonómicas de vacunación frente a la gripe con acciones como “posibilitar la administración de vacunas en estos establecimientos”.