Alberto Cornejo Salamanca | jueves, 17 de octubre de 2019 h |

Los farmacéuticos que ejercen su labor en centros de salud tienen una cita del 23 al 25 de octubre en Salamanca, ciudad que acoge el 24º Congreso Nacional que organiza la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (Sefap). La presidenta del comité científico del encuentro, Elena Moreno, analiza en esta entrevista con EG las líneas generales del mismo y otros asuntos de actualidad para estos profesionales.

Pregunta. ¿Qué objetivos persigue el Congreso?

Respuesta. Como indica el lema elegido para el congreso, “Coordina y lidera”, principalmente queremos destacar el papel clave de los Farmacéuticos de Atención Primaria dentro de los equipos multidisciplinares de asistencia sanitaria, especialmente en todo lo relacionado con el uso adecuado y seguro de los medicamentos. En esa línea se han diseñado tres mesas redondas. En la primera se abordarán temas relacionados con las nuevas formas de evidencia disponibles en relación a los medicamentos, su incorporación a la toma de decisiones farmacoterapéuticas y sus limitaciones. En la segunda se presentarán distintas estrategias y proyectos relacionados con la optimización de los tratamientos y el aumento de la seguridad en el uso de los medicamentos en los que el FAP está directamente implicado. Y en la tercera y última se mostrará la implicación del FAP en el uso adecuado de antibióticos.

P. ¿Cuáles son las novedades (organizativas y/o de programa) respecto a anteriores ediciones?

R. Aunque en líneas generales mantenemos el esquema, este año hemos incorporado una nueva sección que creemos que va a resultar muy atractiva para los FAP, dedicada a la presentación de revisiones farmacoterapéuticas que se han realizado sobre casos clínicos reales a los que se han enfrentado los FAP. Cada vez más estamos ampliando nuestras competencias clínicas y trabajando en la revisión de tratamientos, fundamentalmente de los pacientes crónicos, frágiles o pluripatológicos. Esta nueva sección va a ser muy útil para compartir experiencias que nos sirvan para mejorar esta actividad.

Respecto al lema “Coordina y Lidera”, ¿cómo se trasladan estos conceptos en el día a día del ejercicio del FAP?

En el momento actual es clave la colaboración entre todos los profesionales sanitarios en equipos multidisciplinares para mejorar la atención sanitaria a los pacientes. Dentro de estos equipos el FAP tiene que convertirse en la figura clave para asegurar el uso adecuado de los medicamentos. Ese es el campo en el que claramente tiene que liderar, y de hecho ya una realidad. En el ámbito de Atención Primaria ya lideramos en la mayoría de los casos muchas de las estrategias que se llevan a cabo para garantizar la optimización de la farmacoterapia, aumentar la seguridad y efectividad de los tratamientos o asegurar a continuidad de la atención farmacoterapéutica.

P. Siguiendo con ese lema y el óptimo papel del FAP, ¿es el “modelo gallego” el ejemplo a seguir en cuanto a protagonismo (coordinación y liderazgo) del FAP?

R. Sin duda la integración en los equipos de Atención Primaria que han conseguido los FAP gallegos es para la mayoría de nosotros un referente. Pero, por otra parte, entendemos que en el momento actual el número de FAP existentes en la mayoría de las CC.AA no permite alcanzar ese nivel de integración. Sin embargo, eso no quiere decir que no se estén dando ya pasos para, poco a poco, ir desarrollando cada vez más nuestra actividad clínica y asistencial centrada en la persona, de manera similar al trabajo que realizan los FAP gallegos En cualquier caso, lo que está claro es que la integración en los equipos es la meta hacia la que debemos encaminar nuestros pasos.

P. Entrando ya en contenidos concretos del programa, en uno de los talleres se abordará la deprescripción. ¿Más importante si cabe en el contexto actual marcado por la cronicidad y pluripatologías?

R. Efectivamente, todos sabemos que con el incremento de la esperanza de vida, ha aumentado también la prevalencia de enfermedades crónicas y, como consecuencia, el número de personas polimedicadas. Sin embargo, no se tiene en cuenta que no todas las personas se van a beneficiar de igual manera de los medicamentos y que, precisamente los ancianos, constituyen uno de los grupos de población más vulnerables a los efectos negativos de la medicación. Trabajamos en una cultura que promueve el diagnóstico y la prescripción, pero que presta relativamente poca atención a reducir o retirar medicación crónica, y por eso es fundamental la labor constante de revisión de la medicación y el establecimiento en cada momento de objetivos terapéuticos adaptados a la situación de cada persona. En este contexto, la deprescripción constituye en muchos casos una herramienta necesaria para asegurar la adecuación de los tratamientos.

P. Aunque no sean o tratamientos que gestione directamente, ¿cuál es el papel del FAP ante las nuevas terapias y la medicina de precisión?

R. Es cierto que en este campo los FAP aún no estamos directamente implicados, pero la evidencia nos dice que conocer el perfil genético puede contribuir a predecir la efectividad de un fármaco en un paciente determinado o a reducir la incidencia de efectos adversos e interacciones en pacientes que combinan varias terapias farmacológicas. Por tanto, es importante estar al día en todos estos avances que redundan en una mejora de la seguridad del paciente. Durante el Congreso, María Isidoro (coordinadora de la Unidad de Referencia de Enfermedades Raras de Castilla y León y del Servicio de Bioquímica Clínica y Análisis Clínicos del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca) nos hablará de estos avances y nos dará su visión sobre el papel que puede jugar el FAP.

P. Respecto al uso y gestión de los datos en la época del Big Data, ¿dispone el FAP de las herramientas adecuadas para sacar el máximo partido?

Es posible que existan deficiencias en el análisis o la explotación de los datos generados por los sistemas de información sanitarios que de momento no nos permitan sacarle su máximo rendimiento, pero también otro punto débil es la falta de conocimientos en este tipo de investigación. En el Congreso de Sefap celebrado en 2018 en Valencia ya se abordó este asunto y en esta edición también contaremos con un experto (Ignacio Hernández Medrano) que hablará de ello en la conferencia de clausura.

P. En la prestación farmacéutica en centros sociosanitarios se suele aludir a la farmacia comunitaria y/o hospitalario. ¿Tiene margen de actuación el FAP?

R. En el momento actual hay muchas CCAA que aún no disponen de normativa específica sobre la atención farmacéutica en centros sociosanitarios, pero muchos FAP sí han empezado a trabajar, generalmente por iniciativa particular, en la revisión de tratamientos de pacientes institucionalizados, en la elaboración de guías relacionadas con el uso de medicamentos en ancianos, o realizan intervenciones específicas para aumentar la seguridad de los tratamientos y para prevenir PRM,… y los resultados que han conseguido son en la mayoría de los casos muy positivos. De hecho, algunas de las comunicaciones que se han presentado a este Congreso están relacionadas precisamente con estrategias llevadas a cabo en residencias de ancianos, y en casi todas se demuestra que la actuación del FAP logra reducir, por ejemplo, las medicaciones innecesarias o el uso de medicamentos inapropiados en pacientes institucionalizados.

P. ¿Y respecto al papel del FAP en el Plan de Reforma de la AP liderado por el Ministerio? Sefap es la única entidad de la farmacia que participa desde el inicio en la mesa de trabajo

R. Como colectivo profesional estamos satisfechos con el reconocimiento que se ha hecho de la figura del FAP en el nuevo “Marco Estratégico para la Atención Primaria y Comunitaria”, porque entendemos que supone la consolidación de muchas de las funciones que ya venimos desarrollando en nuestros Servicios de Salud. Varias de las acciones recogidas en este Marco Estratégico contemplan al FAP, asignándole el papel de coordinador. Por ejemplo, en la elaboración de protocolos multidisciplinares relacionados con la utilización de medicamentos que permitan garantizar la continuidad farmacoterapéutica en las transiciones asistenciales. Además, y es una de las cosas que nos parece más destacada, se contempla ya nuestra intervención tanto el ámbito sanitario como el sociosanitario, puesto que recoge de forma específica nuestro papel en la conciliación de la medicación y en la revisión de los tratamientos de los pacientes institucionalizados.

P. Y también sois partícipes directos del Plan Frente a Resistencia a Antibióticos.

R. Los FAP debemos actuar, y en muchos casos ya lo hacemos, como impulsores y figuras clave en los equipos multidisciplinares de los llamados PROA (Programas de Optimización de Uso de los Antibióticos) en AP, que son una iniciativa prioritaria del Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos.

De hecho, lo cierto es que los FAP son los coordinadores de la mayoría de los equipos PROA de Atención Primaria en aquellas comunidades donde hay una mayor trayectoria de implantación de estos equipos, y tenemos el caso más claro de Andalucía, con el Programa PIRASOA.