El Global Estocolmo (Suecia) | viernes, 26 de mayo de 2017 h |

Ya sean los medicamentos tradicionales, los que recientemente han irrumpido en escena —como son los biológicos y biosimilares— o todos aquellos los que estén por venir. En todos estos casos, el farmacéutico debe situarse como el “mayor experto” en el medicamento. También en un campo con mucho aún por explorar, como es la conocida como medicina personalizada de precisión, en el que este profesional también debe situarse como referente tanto en la transmisión de información al paciente sobre estas terapias así como “líder” en la farmacovigilancia.

Así se puso de manifiesto en el 6º congreso mundial de Ciencias Farmacéuticas que ha celebrado la Federación Internacional Farmacéutica (FIP) del 21 al 24 de mayo en Estocolmo (Suecia). En este encuentro se presentó un informe del QuintilesIMS que esboza los desafíos que los sistemas de salud necesitan superar para maximizar los beneficios que ofrece la medicina de precisión a los pacientes. Cabe recordar que los medicamentos de precisión se definen como tratamientos adaptados a grupos de pacientes basados ​​en biomarcadores predictivos (que indican quiénes pueden beneficiarse del fármaco) o a individuos basados en su perfil o estado genético único, como la edad y el género.

“Hay alrededor de 80 medicamentos de precisión actualmente en el mercado, más de la mitad en el campo del tratamiento del cáncer, pero en los últimos cinco años hemos visto un aumento en los nuevos medicamentos de precisión”, dijo Murray Aitken, director ejecutivo del QuintilesIMS y co-autor del informe.

Formarse… Para poder informar

Este informe también describe las funciones de las diferentes partes integradas en los sistemas de salud, incluidos los farmacéuticos.

“Los farmacéuticos necesitan entender lo que está sucediendo alrededor de la medicina de precisión, tanto su disponibilidad y los perfiles de los pacientes”, apuntó Aitken. En concreto, este experto incidió en que, dado que la farmacología de los medicamentos de precisión es compleja, “los farmacéuticos tienen un papel importante que desempeñar en la comprensión de estos medicamentos, la interpretación de los resultados de diagnóstico y garantizar que las pruebas necesarias en torno a estas terapias se han realizado con éxito “, explicó Aitken.

Asimismo, dado el habitual grave riesgo que puede ir asociado a este tipo de medicina, el compromiso del farmacéutico con los pacientes también es importante: “Los farmacéuticos pueden inscribir a los pacientes en los programas de farmacovigilancia. Y en aquellas situaciones en los que los efectos secundarios serios son posibles, la relación de confianza que los pacientes tienen con el farmacéutico puede ayudar a esos efectos secundarios sean identificados más rápidamente. En definitiva, es fundamental que los farmacéuticos intensifiquen y desempeñen el papel más completo que puedan”, completó.

La “integración”, palabra clave

En el acto de inauguración de este 6º congreso mundial de Ciencias Farmacéuticas, la presidenta de la FIP, la española Carmen Peña, recordó que “estamos operando en un mundo globalizado de investigación y fabricación y esto no sólo implica oportunidades para los científicos farmacéuticos, sino que nos ayudará a responder a las amenazas para la salud global”, expuso la ex presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF).

En este escenario, “la integración se convertirá en la palabra clave en el éxito de las ciencias farmacéuticas”, expuso la presidenta de FIP. Una integración que “también significa que las fronteras entre los ensayos clínicos y la vigilancia post-comercialización están cambiando para permitir un acceso más rápido a las innovaciones, limitando al mismo tiempo los riesgos para los pacientes”, añadió. Por último, Peña pidió a científicos y farmacéuticos que trabajaran juntos “para responder a las urgentes necesidades de atención médica”.