El Global Madrid | lunes, 05 de diciembre de 2016 h |

El uso y la dispensación de los nuevos medicamentos innovadores de origen biológico en las farmacias será el tema del curso de formación que organiza el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid. Con la colaboración del Instituto de Formación de Cofares, el objetivo del curso es preparar y formar a los farmacéuticos para dispensar los nuevos tratamientos biológicos. Hasta ahora, estos fármacos de prescripción médica se han restringido al canal hospitalario aunque, a medio plazo, deberán estar a disposición en la oficina de farmacia para mejorar la accesibilidad, la continuidad asistencial y la adherencia de los pacientes. El curso arrancará el próximo mes de febrero y tendrá una duración de 20 horas, que también tendrán su réplica online a través de la plataforma de formación Ágora Sanitaria.

Hay que recordar que a diferencia de los medicamentos de síntesis química, los biológicos son moléculas de gran tamaño formadas por proteínas producidas por organismos vivos y que se están utilizando no solo en el tratamiento de enfermedades graves, como el cáncer, la esclerosis múltiple, la artritis reumatoide, psoriasis y enfermedades raras, sino también en dolencias crónicas. Lo cierto es que su uso se ha extendido y cinco de los diez medicamentos más vendidos en el mundo son biológicos. Entre estos se incluyen productos sanguíneos o medicamentos inmunológicos, como sueros y vacunas o productos de terapia génica y celular.

Las jornadas contarán con expertos como Federico Plaza, director de relaciones institucionales de Roche; Francisco Zaragozá, catedrático de Farmacología de la Universidad de Alcalá de Henares; Julio Sánchez Fierro, vicepresidente del Comité Asesor del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad; o Pilar Varela, presidenta del Comité Científico del COF de Madrid y vocal de Docencia, entre otros. Así, entre los temas que se abordarán destacan cuestiones como la legislación vigente aplicada a los fármacos biológicos y biosimilares, su intercambiabilidad, el seguimiento clínico de los pacientes y su adherencia, el uso de guías y protocolos de coordinación con otros profesionales y niveles asistenciales o el control y notificación de efectos adversos desde la farmacia.