Más de 120 personas acudieron a la jornada nacional que celebró el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Asturias y que puso el foco de interés en los medicamentos falsificados.
El encuentro tuvo lugar en el Auditorio Príncipe de Asturias de Oviedo y hasta allí se desplazó “el mejor plantel posible” para abordar este asunto que, sin duda, preocupa al sector, aseguraba a EG, Juan Roces, portavoz de la jornada titulada: ‘Medicamentos falsificados: ¡No te la juegues!’.
El presidente del CGCOF, Jesús Aguilar, acompañó en el acto inaugural a la presidenta del COF asturiano, Belén González-Villamil y a Francisco del Busto, consejero de Sanidad asturiano.
Así dio comienzo la jornada, estructurada en tres mesas, en las que se expuso la situación real que hay en la actualidad en torno a la falsificación de medicamentos, se puso en valor el canal legal, es decir, la farmacia, frente al canal ilegal, y en una última mesa, más dirigida al profesional farmacéutico, presentaron la actuación del Sevem, el organismo que gestionará la implantación de la verificación en España, previsto para febrero de 2019.
“El objetivo es contribuir al conocimiento y concienciar a profesionales y ciudadanos de los riesgos de los medicamentos falsificados. Sobre todo enfocado a que, hoy en día, las medidas de liberalización, la globalización y la venta por internet hacen que los medicamentos sean más accesibles y más susceptibles de ser adulterados y modificados”, destacaba Roces quien confiaba en que se debía lanzar un mensaje claro para que la gente actúe correctamente y no se decante por comprar medicamentos donde no tiene que hacerlo “porque esto puede afectar a su salud”.
En cuanto a la situación actual en relación a los medicamentos falsificados, el responsable de la jornada señaló que “está controlada, pero hay un problema y éste es internet, ya que se desarrolla a una velocidad vertiginosa”, por lo que “tenemos que estar vigilantes y no bajar la guardia. Debemos estar pendientes de todos los cambios y no pensar que está todo hecho. Hay que tener una vigilancia extrema y estar atentos a los cambios que se originen”, advertía Roces.
Para ello, juega un papel protagonista la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), quien “tiene que estar pendiente en todo momento de los pasos que se dan, denunciar páginas de venta online que operen fuera de la legalidad en España y vigilar hasta el ultimo rincón”, añadía Roces.
La situación europea también estuvo sobre la mesa con la visión experta de Jurate Svarcaite, secretaria general de la Agrupación Farmacéutica Europea (PGEU), una presencia muy relevante porque “todo lo que se hace a nivel sanitario viene de Europa”, incidía.
En cuanto a la venta en internet, mantenía que “no podemos negarnos al futuro y el mercado es el que decide. Hay que estar preparados pero, la venta online no es necesaria tal y como está planificada la extensa red de farmacias españolas”.
Finalmente, Roces valoraba muy positivamente las actuaciones de las autoridades competentes, como es el caso del operativo Pangea. “Con el paso de los años veremos muchas más”, aseguraba.
Pangea X, golpe a la falsificación
A finales del mes de septiembre, la Dirección General de la Guardia Civil ofreció los datos de Pangea X, la operación internacional, liderada por Interpol, contra la venta, publicidad y suministro ilegal de medicamentos, productos médicos y productos sanitarios que no cumplen con los requisitos en la Unión Europea y España. En nuestro país, la Guardia Civil aseguró que intervino, en el marco de este último operativo, más de cuatro millones de dosis de medicamentos falsificados, entre los que destacaban potenciadores de la función sexual y productos para adelgazar. Asimismo, se arrestó o imputó a un total de 62 personas en 23 operaciones. El Instituto Armado reflejó que se realizaron 1.442 inspecciones en distintos establecimientos como herbolarios, gimnasios, sex-shops o parafarmacias, en las que se formularon 545 infracciones administrativas y se detectaron dos infracciones penales.
A nivel mundial, Pangea X se saldó con cerca de 400 detenciones y la incautación de 25 millones de medicamentos potencialmente peligrosos por valor de más de 51 millones de dólares. Policías de 123 países investigaron 3.584 páginas web.
