Opinión

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Blanca de Eugenio Fernández Socio director Orbaneja Abogados | jueves, 07 de diciembre de 2017 h |

Termina ya un año que en lo que a la farmacia se refiere podríamos calificar de estable, tanto a nivel normativo como económico.

La farmacia comunitaria española sin embargo mira al futuro con esperanza, esperanza de que los números mejoren todavía más, esperanza de que se retribuyan determinados servicios que hasta ahora no lo están y esperanza de que en definitiva se ponga en valor para la sociedad el papel esencial que juegan los farmacéuticos en la sociedad.

Esto no es suficiente, sino que, además, cada titular deberá conseguir que su farmacia sea única, y esto se logra mediante el trato personalizado y cercano al paciente, el pensamiento en grande, y las nuevas tecnologías.

El presente y futuro de las oficinas de farmacia en España pasa por una transformación, sobre todo con los continuos recortes. Recientemente se publicaba la orden de precios de referencia que vuelve a bajar una vez más el precio de los medicamentos.

Esta situación de bonanza y recuperación en la farmacia no permanece ajena a la Inspección, tanto por parte de Sanidad como por parte de Hacienda. A lo largo de 2017, pero sobre todo en la segunda parte del año, hemos asistido a un interés creciente por un lado por parte de Sanidad en lo que al control como establecimiento sanitario se refiere, y por otro lado un incremento de los requerimientos de información por parte de Hacienda en relación a la actividad de farmacia.

De todas formas, el sector de la farmacia es un sector que goza de buena salud, nunca mejor dicho, y ello se está traduciendo en un incremento de los precios de ventas de las licencias de farmacia, que en poco tiempo han crecido más de un 50%. Esta situación está favorecida además por parte de los bancos, ya que éstos están concediendo buenas condiciones de financiación, a pesar de haberse reducido notablemente tras la crisis el número de entidades bancarias que intervienen en este tipo de operaciones.

No todo son buenas noticias para el sector de la farmacia. Acabamos el año con la amenaza de la entrada de Amazon en el mercado farmacéutico, un mercado en el que, aunque es cierto que la venta online no acaba de despegar, Amazon no deja de ser un competidor a controlar; son muchos los consumidores que cada vez más acuden a Amazon por su inmediatez y facilidad de compra. ¿Cuáles son las claves para parar a Amazon? Nadie tiene la receta perfecta pero parece que tecnología, profesionalidad y unión apuntan a que son las tres claves que pueden funcionar.

Con este panorama se plantean una serie de retos para la farmacia. Como cualquier negocio, el futuro pasa por apostar por las personas, la tecnología y la gestión. Empezando por las personas, que son un recurso esencial sobre todo en un espacio a veces tan pequeño. A los empleados de la farmacia hay que formarles, implicarles en el negocio y hacerles parte de él.

Las organizaciones de todo tipo hoy más que nunca necesitamos dedicar recursos, esto es, tiempo y dinero, a reformular la experiencia con el cliente para asemejarla a la que proporcionan las grandes tecnológicas. La revolución digital está haciendo caer muchas de las barreras tradicionales del management. Los clientes que van a vuestra farmacia son los mismos que después usan google, Amazon, o muchas apps móviles que hay en el mercado. Están además cada vez más informados, y buscan información sobre los productos incluso antes de ir a la farmacia a comprarlos. Por último, como cualquier negocio, el director de orquesta tiene que gestionar bien el negocio, ya que sin dicha gestión será imposible competir contra las grandes tecnológicas y la gran distribución. Sólo si el farmacéutico es capaz de mejorar los stocks, los márgenes y las negociaciones con laboratorios y distribuidoras tendrá un negocio rentable.

Acabamos el año sin que se aclare la situación respecto al Convenio colectivo de farmacias, sin la publicación de la nueva ley de ordenación farmacéutica y sin una decisión clara sobre el control o no de los horarios de los trabajadores en su jornada laboral.

Por último, también, ronda la idea de la posible liberalización de la farmacia, un tema que sale a la luz cada cierto tiempo y ante el que nos mostramos como rotundos defensores del modelo de farmacia actual simplemente porque funciona. Gracias al modelo español de farmacia, el 99% de la población española puede disponer de una oficina de farmacia próxima, con un profesional altamente cualificado. Quizás por eso no ha tenido tanto éxito la venta de medicamentos online.

Al 2018 le pedimos a las autoridades que se conciencien de potenciar el papel asistencial del farmacéutico, ampliando para ellos los servicios profesionales en las propias farmacias, así como reforzando la coordinación entre profesionales sanitarios para poner en el centro de todo al paciente. Las farmacias españolas juegan un papel esencial en la sociedad en materia de prevención y salud pública, en concreto en lo relacionado con la cronicidad y la polimedicación.