Opinión

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Santiago de Quiroga Editor de EG | viernes, 26 de octubre de 2018 h |

En El Boalo hay 6 personas mayores de 85 años que no existen para algunos partidos de la Asamblea de Madrid

El alcalde de El Boalo hace muy bien su trabajo. Se ocupa de sus vecinos, de todos. Javier de los Nietos, del PSOE, también ha pensado en los que no pueden salir de su casa siempre que quieren, por estar enfermos o tener problemas de movilidad. Y lo hace asignando un presupuesto a un programa de Atención Farmacéutica, de 40 euros por paciente, el precio de ir en familia al cine. Unos alcaldes piensan más que otros en su vecinos, sin duda, pero las elecciones le dan a cada uno lo que le corresponde; es la ventaja que tiene la proximidad vecinal.

Ante las elecciones municipales de mayo, sería oportuno ver cómo están resolviendo ayuntamientos y CC.AA. el problema de la asistencia sanitaria rural, cuando el centro de salud cierra o, sencillamente, no existe uno cercano. Y ya no es que las farmacias atiendan a todos los que acuden a consultar un problema, porque es el único establecimiento sanitario abierto al público mañana, tarde y noche, sino que hay personas que no pueden acudir a la farmacia.

Lucrecia Gutiérrez es una farmacéutica vocacional, con su farmacia en el madrileño El Boalo. A 50 Km de este pueblo de la Sierra de Guadarrama, los portavoces de los diferentes partidos discuten en la Asamblea de Madrid sobre competencias de profesionales, sobre la necesidad de realizar la Atención Farmacéutica Domiciliaria (¿para qué?) y sobre asuntos que no sufren en primera persona. En el pequeño pueblo de El Boalo hay 6 personas mayores de 85 años que deben saber que el Partido Popular impulsa una ley para ellos, que el PSOE no apoya a su alcalde (del mismo partido), que Unidos-Podemos seguirá sin facilitar nada del PP (ni lo bueno para los mayores) y que C’s tiene dudas crónicas. Lo siento mucho por los muy mayores.