Opinión

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Santiago de Quiroga Editor de EG | viernes, 29 de noviembre de 2019 h |

El informe alaba las políticas de prevención y salud pública de España, pero no es suficiente.

De manera continua se nos recuerda que España invierte en sanidad un porcentaje del PIB inferior a los países de nuestro entorno. También tenemos datos que muestran la generosidad de un sistema universal y gratuito que lidera España en la UE. Una conclusión podría ser que hacemos más con menos, o dicho de otra forma, somos muy eficientes. España dedica un 8,9% de su PIB a la sanidad (tanto pública como privada) y consigue sacar petróleo de debajo de las piedras. La longevidad es de media 82,9 años según la OCDE (las mujeres más longevas que los hombres) y es la segunda (obviamos el mes de diferencia con Suiza e ignoramos a Singapur) después de Japón (84,2). Estados Unidos está en poco más de 78 años. En las causas evitables y tratables España es líder en supervivencia en Europa; más supervivencia en cáncer (no en pulmón) o en infarto de miocardio. Ejemplos claros del liderazgo de nuestro sistema sanitario. Pero las medias de supervivencia dan paso a la realidad: en España la mortalidad por infarto de miocardio es la mitad en una regiones que en otras. El informe de salud de la UE, elaborado por la OCDE, alerta por esta razón de la inequidad territorial en España. El informe alaba las políticas de prevención y salud pública de España, pero no es suficiente. El 40% de las muertes son atribuibles al tabaco, la alimentación, el alcohol y el sedentarismo. Sí, en España la obesidad y el tabaquismo puede acabar con el liderazgo en longevidad en 2040, como indicaba THE LANCET, desbancando a Japón. Pero el asunto es cómo llegaremos a edades avanzadas, en qué estado de salud. Podríamos decir que muchos españoles, mujeres y hombres, van a morir por el éxito actual. Ellas porque fumarán más (ya lo hacen las niñas a edades más tempranas), ellos porque beberán más, y todos porque no hacen ejercicio de manera rutinaria. Si hacemos los deberes podríamos añadir casi 5 años de vida a la actual expectativa de vida, y vivirla bien, no con una de las patologías que causan muertes evitables. La buena gestión de muchas patologías nos sitúa por debajo de la media en hospitalizaciones, pero se nos pone un pero con el asma y la EPOC, al estar en la media. Hay mucho camino por recorrer, todavía.