Para evitar que el debate se sustente sobre supuestos incorrectos e injustos, Farmaindustria tiene la oportunidad de poner en valor el Convenio firmado con Hacienda y Sanidad
| 2019-01-04T12:00:00+01:00 h |

Por primera vez desde que se aprobó el Convenio de Colaboración entre la Administración General del Estado (Ministerios de Hacienda y de Sanidad) y Farmaindustria, el mes de diciembre ha finalizado sin la noticia de su renovación. Pero tampoco, como se temía, con la de su revocación. Ambas partes se han dado un plazo de tres meses para negociar su continuidad… Un plazo que será clave, no ya para conocer el futuro de este modelo de colaboración, sino la dinámica de la relación entre la industria farmacéutica y el Estado, una alianza imprescindible, pero presa (¡qué duda cabe!) de la bandera partidista por ‘desprivatizar’ el SNS.

En el momento de aprobación del Convenio, María Luisa Carcedo, por entonces secretaria de Sanidad y Consumo, acusaba al Gobierno y a la Industria de no aclarar qué destino tendrían las supuestas compensaciones económicas si el gasto farmacéutico era superior al crecimiento del PIB, algo que, pese a la duda razonable que existe en relación al cierre de 2018, no ha ocurrido hasta la fecha. Además, las voces críticas afearon que este mecanismo se supeditara al acceso al Fondo de Liquidez Autonómica para las comunidades autónomas siempre y cuando ratificaran este convenio, algo que llegaron a calificar de ‘chantaje’. Otras críticas venían de quienes temían que este acuerdo garantizara un crecimiento del gasto en medicamentos equivalente al del PIB, así como un empeoramiento de la sostenibilidad del sistema sanitario.

Para evitar que el debate se sustente sobre supuestos incorrectos e injustos, la Farmaindustria liderada por Martín Sellés tiene la oportunidad de aclarar dudas y poner en valor un convenio que ha sido, ante todo, un instrumento de control presupuestario para la Administración. Ha implicado de la industria farmacéutica algo que nadie ha pedido nunca a ningún otro sector privado: limitar su crecimiento y compensar al Estado si el gasto público en medicamentos supera el Producto Interior Bruto.

Como todo, será mejorable, pero el convenio ha sido una garantía para la sostenibilidad del SNS en tiempos muy convulsos, que ha materializado el compromiso de la industria farmacéutica con el control presupuestario… Objetivos comunes de dos aliados que no pueden no ir de la mano.

Como todo, será mejorable, pero el convenio ha sido una garantía para hacer sostenible el SNS