| viernes, 05 de enero de 2018 h |

El final de año nos dejaba la noticia de la confirmación de Asturias y Murcia como regiones interoperables. Un paso más. El comienzo de 2018 también se promete prolífico en este sentido con la incorporación “a lo largo del mes de enero” de tres comunidades más al proyecto de interoperabilidad. Cantabria, País Vasco y Cataluña ya tienen el visto bueno del Ministerio de Sanidad y las pruebas que se vayan a realizar durante este mes, confirmarán su inclusión. Buenas noticias para empezar el año puesto que serán ya 14 las comunidades autónomas incorporadas al proyecto de receta electrónica interoperable, siete de ellas adheridas durante 2017.

El verdadero punto de inflexión de la interoperabilidad en España se alcanzará cuando se incorporen Madrid y Andalucía. Será el momento de hablar de la plenitud de un sistema necesario y que acumula retrasos que inciden básicamente en los pacientes y las farmacias. El beneficio que supondrá para los ciudadanos el poder retirar su medicación fuera de su lugar de residencia es innegable y el aprovechamiento efectivo de la capilaridad del modelo farmacéutico español un hecho diferencial.

La incorporación de Andalucía, una de las pioneras en el establecimiento de la receta electrónica en España, supondrá que prácticamente 8 millones de personas disfruten de esa interoperabilidad. Quizás ese sistema más antiguo sea el principal escollo para recibir el visto de bueno de Sanidad, ya que por voluntad política no es. La consejera de Sanidad andaluza, Marina Álvarez, ya ha confirmado su disposición y que se está trabajando por conseguir esa interconectividad con el resto de comunidades autónomas.

Sea como fuere, 2018 tiene que ser el año de la interoperabilidad plena para conseguir desde ese interconexión empezar a trabajar en un desarrollo integral de nuevos servicios y seguimientos asociados.

El verdadero punto de inflexión
se alcanzará cuando
se incorporen Andalucía y Madrid al proyecto