La situación del acceso a la innovación podría resumirse perfectamente tirando de refranero español: tanto tienes, tanto vales. Y es que parece que las administraciones se quedan tan sólo en la retina con lo que la industria farmacéutica tiene, más no por lo que son en esencia. Solo hace falta echar un vistazo rápido a las páginas de este periódico para ver que, más allá de lo que actualmente tienen las compañías en cartera, existe una gran ola de innovación que va más allá del precio; que aporta beneficios, que busca dar respuesta a necesidades no cubiertas y que seguramente supondrá un antes y un después para millones de pacientes en todo el mundo.
Reumatología, VIH, oncología o respiratorio son solo una pequeña muestra de los avances que están por llegar. Y no estaría de más que los llamados “pagadores” adoptasen una visión más transversal para poner en valor el todo. Porque también podemos hablar de producción, de aportación a la economía española. Muestra de ello es el 40 aniversario de la planta de producción que GSK tienen en Aranda de Duero, y que fabrica y distribuye el ya histórico fármaco Ventolin a casi todo el mundo.
Precisamente esta semana Fundamed & Wecare-u aportará su granito de arena para que se reconozca todo el trabajo que la industria realiza en España. Producción, I+D+i, Responsabilidad Social Corporativa o campañas e iniciativas sanitarias son solo algunas de las categorías que las farmacéuticas verán reconocidas en esta edición. Una edición que, además, reconocerá la labor que estas compañías hacen en avanzar hacia la igualdad real; porque eso también aporta— y mucho— a la sociedad española.
Un año más la industria farmacéutica sacará músculo para demostrar que no todo es el precio, que hay mucha innovación que aporta y que se puede cuantificar y que todo ello supone un empuje para dibujar una sociedad innovadora, con potencial económico e igualitaria.
Además de lo que actualmente tienen las compañías en cartera, existe una gran ola de innovación que va más allá del precio
