| viernes, 08 de febrero de 2019 h |

Para dialogar, preguntad primero; después…, escuchad. Buena nota tomó de las palabras de Antonio Machado la Fundación Ernest Lluch, que retomando el legado humanista del mítico ex ministro de Sanidad ha adoptado el diálogo como eje de muchas de sus actividades en el entorno sanitario.

Unir a dos personalidades de la trayectoria y el conocimiento de Rafael Bengoa y Julián García Vargas ha sido un gran acierto por esta fundación, aliada con la Funcas de Félix Lobo. Pero no tanto por las opiniones de estos dos expertos en particular —que también— sino porque ha puesto sobre la mesa, aunque sea de manera indirecta, la necesidad de establecer reflexiones más estratégicas en el ámbito sanitario, algo que el ámbito político no siempre permite.

“Si uno no se organiza para tener reflexión estratégica, te pasas el día parando fuegos”, dijo Bengoa. En España hace falta incorporar dentro del modelo de gobernanza del SNS esa reflexión estratégica de una forma organizada. El Ministerio de Sanidad y las consejerías deben encontrar un modelo en el que haya más tiempo para la reflexión estratégica, para la transparencia, para la colaboración y para el benchmarking, y menos para la competencia política e ideológica. Está claro que el Consejo Interterritorial debería transformarse en ese oasis tan necesario para avanzar en las opciones estratégicas que necesita el SNS en su conjunto, y no cada uno de los sistemas sanitarios regionales a título individual.

Esta situación también explica que las medidas que se están adoptando en España para conseguir más sostenibilidad y eficiencia en el sistema sanitario sean casi todas de corto alcance. Y una acción cortoplacista no es constante; se diluye en el tiempo. El sistema tiene un problema de sostenibilidad interna, como señaló Bengoa, y no se va a solucionar con medidas de corto plazo. Hace falta un razonamiento estratégico.

En España hace falta incorporar al modelo de gobernanza del SNS la reflexión estratégica de una forma organizada