El desarrollo de la Directiva Antifalsificación está encontrando en España ciertos problemas, de los que el resto de Europa no es ajena, que están ralentizando su puesta en marcha. La poca o nula atención que se ha puesto en el tema de implementación de la directiva en los hospitales ha evidenciado que a poco menos de 500 días, España tiene un problema al que hay que poner solución. Y esa solución en ningún caso pasa por tirarse los trastos a la cabeza unos y otros, sino más bien por entender la magnitud del asunto e intentar encontrar la mejor solución y, sobre todo, la que garantice en el menor tiempo posible que se cumplirá con los plazos. Encarnación Cruz explicaba en la jornada sobre verificación y su adecuación en hospitales organizada por el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos que la administración está concienciada al respecto. Según anunciaba la directora general, el Ministerio participa de manera activa del órgano ejecutivo del Sistema Español de Verificación de Medicamentos, Sevem, y es consciente del problema. Pero no sirve de nada ser consciente y no liderar la búsqueda de solución al problema o al menos intentar poner cierta cordura de cara a que la decisión a adoptar en los hospitales sea lo más uniforme posible. Las comunidades se quejan, los centros hospitalarios esperan acontecimientos y lanzan sus peticiones al que quiera escucharles y la cuenta atrás avanza sin solución de continuidad.
Cierto es que hay que exigir una dosis de liderazgo a la administración, que también tiene sobre su tejado el desarrollo de la normativa específica que tiene que dar forma a los asuntos que contempla la directiva tales como las sanciones e infracciones, temas de farmacovigilancia y otros aspectos como el desarrollo de los precios notificados a través del sistema de verificación. Y aunque ese desarrollo normativo se encuentra avanzado, no está ni mucho menos terminado. Y en ese aspecto hay que tener en cuenta que los agentes implicados necesitan respuestas para poder adecuar sus estructuras a lo que marquen esas normativa.
Por tanto, mucho todavía por decidir y mucho por hacer en un escenario temporal cada día más corto en el que cada uno tendrá que asumir su responsabilidad y tomar las decisiones oportunas.
El escenario temporal habla de que en menos
de 500 días tendrá
que estar desarrollada la directiva
