| viernes, 09 de marzo de 2018 h |

La Agencia Española de Protección de Datos ha tranquilizado al sector investigador en relación a la transposición de la directiva europea de Protección de Datos que se encuentra en fase de tramitación en el Congreso de los Diputados a través de la ley orgánica de Protección de Datos de Carácter Personal que tiene que entrar en vigor el próximo 25 de mayo. Las posibles barreras a la investigación que pudieran ponerse con la aplicación de ese texto normativo han quedado derribadas por el informe emitido por la agencia reguladora que incluso asegura que el texto normativo que se está adaptando es todavía más flexible que la legislación que rige actualmente.

La interpretación que ha realizado la AEPD de la norma no ha dejado del todo satisfecho al sector. Desde Asebio, por ejemplo, reclaman que se redacte de una manera más clara el artículo en el que se especifican los consentimientos necesarios para el uso de los datos clínicos. Algo que sí se especifica en el reglamento europeo pero que no se recoge en el proyecto de ley que se está tramitando. La diferencia con la postura de la AEPD es que desde la patronal española de empresas de biotecnología lo que se quiere es que todo quede perfectamente contemplado para que no haya lugar a futuras interpretaciones en el sentido contrario a las que se están haciendo ahora. En esa misma dirección se manifiesta el sector jurídico. Son ncesarias má certezas que interpretaciones. Cuanto más certero y concreto sea el texto, mucho mejor. Ejemplos de legislaciones demasiado ambiguas hay cientos y en asuntos tan cruciales como la investigación no hay que escatimar esfuerzos.

La tramitación de la ley en el Congreso tiene que dar lugar, por tanto, a un texto en el que se recojan todas las sensibilidades y que no cercene la capacidad investigadora española.

Existen demasiados ejemplos de leyes ambiguas por lo que hay que afinar con el texto para no lamentar nada en el futuro