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No será sólo para Sanidad, pero va a permitir que los parlamentarios tengan una opinión independiente, autorizada y a tiempo de cara a abordar asuntos de Ciencia en el seno del Parlamento. Habida cuenta de que los países con más trayectoria en Ciencia tienen este mecanismo de información en sus parlamentos, España da un salto hacia la cabeza de la lista, aunque en inversión en I+D vs el PIB siga en la posición 22. La oficina de Ciencia y Tecnología permitirá ofrecer una visión más allá del Ejecutivo, por lo que resulta muy importante que esté el margen de las estructuras ministeriales, lo que puede enriquecer el debate y hacer de la misma un instrumento creíble y de referencia para los parlamentarios. Simplificar los temas complejos dará más conocimiento a los representantes y más probabilidad de que acierten.
