farmacia comunitaria

br

Santiago de Quiroga Presidente Editor de EG | viernes, 22 de marzo de 2019 h |

La UE se dio cuenta del potencial de la farmacia comunitaria a la hora de afrontar el reto de la cronicidad y en especial la falta de adherencia, que ocasiona tanto pérdidas económicas como de salud. Reforzar el papel comunitario de la farmacia implica trabajar tanto en el plano legislativo como en el asistencial. Lo primero es competencia de las CC.AA. y lo segundo es un proceso que está impulsando Bruselas a través del Grupo de Prescripción y Adherencia a los Planes Médicos, fundado en 2012. Dicho grupo ha observado un cambio radical en los programas de adherencia de la farmacia comunitaria desde 2015. Uno no tiene más que observar la apuesta en Infarma 2019 de distintos productos y servicios en este sentido. Al margen del trabajo diario de las boticas en el seguimiento farmacoterapéutico, la investigación en AF ofrece el plano científico necesario. Desde dicho grupo de la UE se están llevando a cabo proyectos de investigación con presencia española que el grupo ensalza como muestra de compromiso. El proyecto PREDAPER-EPOC en Alicante, y financiado por la Generalitat valenciana con el aval de SEFAC. Barcelona colaborando con el proyecto Sympathy y el problema de la polifarmacia por el número elevado de medicamentos que ingieren algunos pacientes. Es, precisamente, en estos pacientes donde la atención farmacéutica debe redefinirse, ya que tienen que organizar sus pautas, muchas veces desde la dependencia domiciliaria. A la evidencia y la ciencia le debe seguir la legislación.