Santiago de Quiroga Presidente Editor de EG | viernes, 02 de diciembre de 2016 h |

No ha podido escoger la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, mejor lugar para exponerlo ni mejor candidatura para postularse como propuesta española a la sede de la Agencia Europea del Medicamento (EMA). Barcelona es una estupenda candidatura y es un proyecto de país que beneficia a todo el territorio. Eso se llama cohesionar España, centrar esfuerzos en una candidatura, Barcelona, que reúne condiciones para ser una excelente sede de la EMA. Para que España pueda ser una alternativa seria, primero necesita presentar una única candidatura, evitando que seamos percibidos como un país en el que cada territorio presentaba su candidatura a ser sede de la EMA. La diversas candidaturas autonómicas y capitales provinciales se han ido postulando durante el periodo del Gobierno de España en funciones, que se ha prolongado durante un año. Europa ha recibido con sorpresa la avalancha de sedes que ofrecían los beneficios del sur de Europa con los matices ricos de la geografía y la tierra española: Alicante, Málaga, Granada, León, Alcalá de Henares, Zaragoza, Santander, Santa Cruz de Tenerife e, incluso, Galicia, que no llegó a concretar una ciudad. No es la imagen de consenso que permite alcanzar el éxito de alguna de las ciudades postuladas, sin duda.

La ministra Montserrat ha escogido el Senado de España para reivindicar y apoyar a Barcelona, a Cataluña y a España.

España es el quinto país en producción científica biomédica, como aclaró en el Senado la ministra. La primera vez que ha hecho mención a la industria farmacéutica, lo ha hecho con las ideas claras de cómo contribuye el sector al conocimiento y a potenciar España en biomedicina. La ministra ofreció un dato: España es el cuarto país en número de ensayos clínicos en Europa.

En el camino quedarán otras candidaturas con sus excelencias, que no son pocas, pero hay momentos para competir y otros para cerrar filas. Las autonomías participan de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios, y ésta de la EMA, por lo que sigue siendo un proyecto de todos.

En el camino quedarán otras sedes con sus excelencias, pero hay momentos de competir y otros de cerrar filas

La ministra cuenta con muchas otras fómulas para cohesionar el Sistema Nacional de Salud, que producirán menos discordias que una posible sede. Es momento de desarrollar aún más la Ley de Cohesión y Calidad de 2003, que tan visionariamente impulsó la ministra Ana Pastor, y que contó con el apoyo de todo el arco parlamentario (tan sólo con la abstención de la diputada de Coalición Canaria). Si se pusieron de acuerdo todos los diputados (y sus diversos partidos) en la cohesión, no debería ser muy complejo apoyar al Gobierno y a la oposición que quieran impulsar otras medidas en materia de cohesión sanitaria.

Y ya que estamos, no hay cohesión sin colaboración generosa, abierta y transparente de las diversas CC.AA. ¿A qué esperamos a compartir información epidemiológica? ¿Para cuándo los sistemas de información trasladarán la morbimortalidad, las listas de espera o las personas afectadas por diversas patologías de manera puntual y exacta? Está en el Pacto de Investidura entre el PP y C’s, pero es responsabilidad de todos los Gobiernos autonómicos pensar en todos los españoles y compartir la información.

Seguiremos la pista…

Barcelona refuerza su candidatura con el apoyo de la ministra Montserrat. El acento catalán es bueno para España.

Pepe Martínez-Olmos acierta desde el Senado: un déficit de 7.000 millones requiere de un abordaje profundo en el parlamento.

Si llega el BIG DATA y el REAL DATA a la investigación, los ahorros producidos en la simplificación de la I+D se trasladarán a los precios de la innovación.

Más del 60% de los medicamentos desabastecidos provienen de Andalucía. Las subastas siguen sin corregir este problema.

Si seguimos intentando ahorros con los Genéricos, estamos poniendo en peligro uno de los pilares para la sostenibilidad sanitaria.

La humanización de la sanidad, una excelente oportunidad para la cooperación pública y privada.