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Parece que la “Ley del Mínimo Esfuerzo” tiene afectados a algunos farmacéuticos, que se contentan con retoques en sus Leyes de Ordenación Farmacéuticas (LOF) sin plantearse algo más ambicioso, útil y necesario para las farmacias de sus autonomías. Puede asimilarse, salvando las distancias, a los “nuevos” estatutos del CGCOF (que limitan mandatos, incorporan elementos de transparencia y nos alejan de los tiempos de los caciques): no hay nadie capaz de aprobarlos. Los gobiernos autonómicos utilizan retoques, decretos, órdenes o resoluciones para mantenerlos vivos. Probablemente en algunos casos pueda ser suficiente, porque existe una relación fluida entre Consejería y COF, pero hay que pensar en las nuevas necesidades de la Farmacia. Madrid y Galicia se han puesto al frente en esta tarea, que avanza más rápido en Galicia. En Madrid está a las puertas de un nuevo Gobierno. Cataluña tiene su Ley desde 1991 y siempre ha sido pionera en actividades de la Oficina de Farmacia. Andalucía (2000) tendría ahora una ventana interesante para una LOF. Probablemente ya estén en ello en el Consejo andaluz. En 20 años han pasado muchas cosas, y nadie pone en duda que es bueno revisarlas y mejorarlas. Es necesario darle cobertura a la oficina de farmacia en sus actuaciones, así como definir competencias. Pero se necesitan líderes que impulsen las Leyes y puedan tramitarlas con éxito. La farmacia espera a sus líderes.
