Santiago de Quiroga Presidente Editor de EG | viernes, 28 de abril de 2017 h |

En sus comienzos estuvo dotado con 150 millones de Euros, y ha sido una partida en decrecimiento paulatino, como recordaba la diputada de Podemos, Amparo Botejara. Se trata de un fondo destinado a compensar a las CC.AA que tratan a pacientes de otras regiones de España. El Grupo Socialista, en boca de su portavoz Jesús María Fernández, ha propuesto elevar dicha cantidad a 200 millones de euros. Aunque el Fondo tiene en su nombre la cohesión, debería llamarse Fondo de Compensación, porque la Cohesión debe ir, necesariamente, más allá de los casi 4 millones que el borrador de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2017 ha dotado inicialmente, quizás hasta la propuesta del Grupo Socialista. Pero a los pacientes no les preocupa mucho la manera en la que se van a pagar a las CC.AA por prestarles servicios: quieren ser tratados como ciudadanos, independientemente del lugar donde sean atendidos. Todos tenemos derecho a ser tratados con todos los recursos disponibles, cualesquiera que sea la CC.AA donde se realice dicha asistencia. No se trata de hacer comparaciones, pero en España tratamos a ciudadanos sin papeles y no se espera ninguna compensación del Banco Mundial, que no llega. Sí es cierto que la asistencia de ciudadanos europeos requiere de una compensación, siendo España un lugar excelente para que reciban asistencia sanitaria ciudadanos de Reino Unido (hasta ahora, claro) o Alemania. Los españoles deben ser tratados en el lugar de España que lo necesiten, y deben recibir las prestaciones farmacéuticas, si están desplazados. Los mecanismos para compensar esto, francamente, no parece que sea el objeto de atención de tanto tiempo en la Comisión de Sanidad que evalúa los presupuestos. Aunque hay otra lectura: no hay sustanciales críticas a los PGE, salvo sobrevolar por el argumento de que la Sanidad sufrió recortes con la crisis. Sin nada nuevo en el horizonte, quizás puedan ponerse a trabajar en los problemas de salud que afectan a España y al mundo: hepatitis C, resistencias antimicrobianas, vacunación, sostenibilidad y acceso a la innovación, los retos de la inmunooncología o la asistencia de las EE.RR, por citar algunos. Todos estos temas han sido objeto de Proposiciones No de Ley, interpelaciones, preguntas al Gobierno o mociones. Y son estos temas, y algunos otros, los que necesitan debates y soluciones desde la Comisión de Sanidad del Congreso.

Como si hubiera sido un cebo inteligente, el Ministerio de Sanidad, SS e Igualdad, a través de su secretario general de Sanidad, ha dejado la puerta abierta a una mayor dotación presupuestaria de este Fondo de Cohesión: los beneficios de la industria farmacéutica podrían ser una fuente de recursos adicionales a los 3,7 millones de € propuestos. Javier Castrodeza recoje así una idea del Grupo Socialista en una PNL aún por debatir, en la que se doten, con este mismo mecanismo, de recursos para la formación. El fin perseguido es evitar que Hacienda les haga tributar a los médicos por su formación. Con esta solución, el Fondo de Cohesión tendrá más recursos, y los diputados podrán invertir su tiempo en los asuntos que ya han identificado, y que requieren de más atención.

A los pacientes no les preocupa la manera
en la que
las CC.AA tendrán compensa-ciones por
su asistencia

Seguiremos la pista…

La propuesta de incrementar la partida del Fondo de Cohesión con los beneficios de la industria no convence al Grupo Socialista, por ser un destino diferente el que ya tiene asignado.

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