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En muchas ocasiones, la historia no ha concedido la oportunidad de visibilizar a las mujeres investigadoras. Aunque algunas mujeres contemporáneas ya son más visibles. Raquel Yotti disecciona de manera profunda y reflexiva el por qué de la brecha de género en Sanidad y en la investigación. Compaginar la carrera científica y asistencial es complicado; si eres mujer se deben sumar cuestiones de maternidad o de organización familiar. El cambio debe empezar en el núcleo de las familias o parejas; facilitando la conciliación desde la individualidad y los planes desde la colectividad. La brecha de género no es un problema sólo de las mujeres. Como afirma Yotti, en línea con la reciente publicación en THE LANCET, se trata de un asunto que afecta a toda la sociedad; hay que seducirla e inspirar a las más jóvenes. No es solamente un enfoque de responsabilidad social, sino del impacto real de que el talento se desperdicie, un talento femenino que necesita la sociedad. Algunas señales nos hacen ser optimistas: se han presentado más mujeres como investigadoras principales a los fondos correspondientes, pero debemos seguir profundizando en la búsqueda de agentes facilitadores. Yotti apunta a apoyarse en redes de mujeres de manera natural, una idea que en lo individual se apoya en el mentoring. SEOM, por ejemplo, acaba de crear el grupo “Mujeres por la oncología”. Como decía Albert Einstein: “Nada sucede hasta que algo no comienza a moverse”.
