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Tener topado el crecimiento de gasto en medicamentos con cargo a fondos públicos con el IPC es un limitador de velocidad… Pero no impide que se sobrepase. Razones demográficas, epidemiológicas y de morbimortalidad indican que la inversión en la atención sanitaria crecerá, y la que más innovación concentra, como la atención hospitalaria, de manera especial. El gasto en medicamentos hospitalarios (MH) atribuído a las CC.AA. se ha situado en el 7,7 por ciento en 2018. ¿Pero es posible que sea menor? Este año, se incluye la partida en antivirales contra el virus de la Hepatitis C, que sería (según un cálculo extrapolado de 11M a 12M de EG) de unos 175 millones de euros, lo que deja el incremento anual en 2018, sin incluir hepatitis C, en un 7%. La realidad es que la tendencia al alza es un factor natural, pero eso nos obliga a pensar siempre en términos de eficiencia (como se hace) de sostenibilidad (incorporando elementos de negociación y compromiso por parte del sector y de la administración) y siendo realista con los presupuestos sanitarios. He oído a consejeros de Sanidad de distinto signo lamentarse de la dificultad de atender la demanda sanitaria creciente con los presupuestos actuales. No es necesario recordar que nos situamos en inversión en gasto sanitario público vs el PIB por debajo de países de nuestro entorno. El posible Gobierno tras las elecciones generales deberá acometer la necesaria financiación autonómica y sanitaria.
