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Los retos que afronta el sistema sanitario son unánimemente aceptados: envejecimiento, cronicidad, dependencia, sostenibilidad…y todo lo que se sabe que implica para la asistencia sanitaria. El papel de la Farmacia Hospitalaria está concretado en cada hospital y en cada CC.AA. Algo similar al rol de la oficina de farmacia, que goza de su inclusión en los distintos acuerdos y convenios autonómicos. Pero hay asuntos que deben resolverse a nivel nacional, situando a la Farmacia en las políticas nacionales, en sus retos y en su contribución concreta a afrontar cada uno de ellos. La profesionalidad, experiencia y cercanía de la farmacia es un valor que debe ser impulsado también en la agenda nacional. Los asuntos de mayor urgencia e interés han sido analizados por sus protagonistas y es preciso recordarlos. Para empezar por lo más ambicioso, y que ya se consiguió en el pasado, el sector pide un Pacto, que podría incluir muchos aspectos que darían soporte al papel de la farmacia. Contribuir a la sostenibilidad (como ya lo hace, pero reconociendo el valor de las intervenciones), el papel de la AF en situaciones de vulnerabilidad especial de ancianos o personas dependientes, revisar y abordar la viabilidad financiera de la farmacia, la accesibilidad de los medicamentos DH o potenciar el papel sociosanitario, entre otros, son algunos de los aspectos que diversas organizaciones y entidades del ámbito de la farmacia han identificado. Hay contenido, falta voluntad.
