Alberto Cornejo Madrid | viernes, 13 de julio de 2018 h |

Como ha acontecido en el pasado con otras alarmas sociales y sanitarias —más o menos magnificadas— como la gripe A, las oficinas de farmacia se han vuelto a erigir como el principal aliado de la Administración en la gestión de la alerta generada tras detectarse impurezas en determinados lotes de más de un centenar de presentaciones de medicamentos (17 laboratorios) que contienen valsartán. Unas impurezas que obligaban a la retirada del mercado de todos los lotes afectados, más aquellos que ya pudiesen encontrarse en posesión del paciente.

Aunque han sido numerosas las voces profesionales, a título oficial o particular, que han criticado la forma de gestionar esta situación por parte del Ministerio de Sanidad, los farmacéuticos se situaron en primera línea para minimizar, o evitar, cualquier posible efecto negativo en la salud de los pacientes.

Lo hicieron por dos vías. En los primeros días en los que transcendió esta alerta (5 de julio), mediante un llamamiento a la calma e informando desde las propias farmacias y redes sociales a los pacientes hipertensos que estuviesen en tratamiento con presentaciones que contuvieran este principio activo. El mensaje más transmitido fue que en ningún caso se interrumpiesen los tratamientos y se consultase con el médico.

Posteriormente, el pasado 9 de julio, el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos alcanzaba un acuerdo con el Ministerio de Sanidad y los 17 laboratorios implicados para facilitar la sustitución en las farmacias —sin coste alguno para los pacientes— de las presentaciones afectadas por estas impurezas.

Procedimiento de actuación

Para ello se elaboró un protocolo de actuación. De tal manera, cualquier paciente que contase (cuente) con un envase de un medicamento con este principio activo puede acudir a una oficina de farmacia donde los profesionales se comprobará tanto que el envase pertenece a uno de los lotes afectados como que el paciente cuenta con la correspondiente prescripción del Sistema Nacional de Salud (SNS).

Una vez realizada esta comprobación, será sustituido por la farmacia por un envase de un medicamento de la misma agrupación homogénea, a coste cero tanto para el paciente como para el SNS y la farmacia. En el caso de no ser posible lo anterior, el farmacéutico derivará al paciente al médico para una nueva prescripción.

Una vez realizada la sustitución, los envases afectados por la alerta son devueltos por los hospitales del SNS y por las oficinas de farmacia y sustituidos por la compañía farmacéutica, siendo asumidos íntegramente los costes correspondientes a dicha devolución por los laboratorios comercializadores, según este acuerdo alcanzado a tres bandas.

Comunidad Valenciana se adelantó

Este procedimiento puesto en marcha a nivel nacional desde el pasado 9 de julio ya había sido ‘adelantado’ de forma particular desde el 6 de julio —apenas un día después de que la Aemps informase de estas anomalías —por la Generalitat Valenciana y sus colegios farmacéuticos.

Ambas partes acordaron, como hicieron posteriormente Ministerio y CGCOF, la sustitución gratuita en las farmacias de las presentaciones afectadas. “El acuerdo para poner en marcha este protocolo de sustitución fue rápido y sencillo porque tanto nosotros (colegios) como la Administración sabíamos que había una necesidad de actuar”, indica a EG Jaime Giner, presidente del Consejo Valenciano de Colegios Oficiales de Farmacéuticos y del COF de Valencia.

Este representante asegura que “se hubiera continuado con las sustituciones incluso si no se hubiese alcanzado un acuerdo nacional, porque el paciente tenía incertidumbre y había que evitar un colapso de los centros de salud”.

Como ha acontecido en el pasado con otras alarmas sociales y sanitarias —más o menos magnificadas— como la gripe A, las oficinas de farmacia se han vuelto a erigir como el principal aliado de la Administración en la gestión de la alerta generada tras detectarse impurezas en determinados lotes de más de un centenar de presentaciones de medicamentos (17 laboratorios) que contienen valsartán. Unas impurezas que obligaban a la retirada del mercado de todos los lotes afectados, más aquellos que ya pudiesen encontrarse en posesión del paciente.

Aunque han sido numerosas las voces profesionales, a título oficial o particular, que han criticado la forma de gestionar esta situación por parte del Ministerio de Sanidad, los farmacéuticos se situaron en primera línea para minimizar, o evitar, cualquier posible efecto negativo en la salud de los pacientes.

Lo hicieron por dos vías. En los primeros días en los que transcendió esta alerta (5 de julio), mediante un llamamiento a la calma e informando desde las propias farmacias y redes sociales a los pacientes hipertensos que estuviesen en tratamiento con presentaciones que contuvieran este principio activo. El mensaje más transmitido fue que en ningún caso se interrumpiesen los tratamientos y se consultase con el médico.

Posteriormente, el pasado 9 de julio, el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos alcanzaba un acuerdo con el Ministerio de Sanidad y los 17 laboratorios implicados para facilitar la sustitución en las farmacias —sin coste alguno para los pacientes— de las presentaciones afectadas por estas impurezas.

Procedimiento de actuación

Para ello se elaboró un protocolo de actuación. De tal manera, cualquier paciente que contase (cuente) con un envase de un medicamento con este principio activo puede acudir a una oficina de farmacia donde los profesionales se comprobará tanto que el envase pertenece a uno de los lotes afectados como que el paciente cuenta con la correspondiente prescripción del Sistema Nacional de Salud (SNS).

Una vez realizada esta comprobación, será sustituido por la farmacia por un envase de un medicamento de la misma agrupación homogénea, a coste cero tanto para el paciente como para el SNS y la farmacia. En el caso de no ser posible lo anterior, el farmacéutico derivará al paciente al médico para una nueva prescripción.

Una vez realizada la sustitución, los envases afectados por la alerta son devueltos por los hospitales del SNS y por las oficinas de farmacia y sustituidos por la compañía farmacéutica, siendo asumidos íntegramente los costes correspondientes a dicha devolución por los laboratorios comercializadores, según este acuerdo alcanzado a tres bandas.

Comunidad Valenciana se adelantó

Este procedimiento puesto en marcha a nivel nacional desde el pasado 9 de julio ya había sido ‘adelantado’ de forma particular desde el 6 de julio —apenas un día después de que la Aemps informase de estas anomalías —por la Generalitat Valenciana y sus colegios farmacéuticos.

Ambas partes acordaron, como hicieron posteriormente Ministerio y CGCOF, la sustitución gratuita en las farmacias de las presentaciones afectadas. “El acuerdo para poner en marcha este protocolo de sustitución fue rápido y sencillo porque tanto nosotros (colegios) como la Administración sabíamos que había una necesidad de actuar”, indica a EG Jaime Giner, presidente del Consejo Valenciano de Colegios Oficiales de Farmacéuticos y del COF de Valencia.

Este representante asegura que “se hubiera continuado con las sustituciones incluso si no se hubiese alcanzado un acuerdo nacional, porque el paciente tenía incertidumbre y había que evitar un colapso de los centros de salud”.