El Global Madrid | viernes, 05 de octubre de 2018 h |

La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, compareció en el Senado la semana pasada en la Comisión de Industria para abordar la creación de un posible pacto por la industria. Maroto afirmó que “una política industrial seria cuesta dinero, y si no me puedo comprometer con las empresas y los territorios a tener presupuesto, ese pacto no se puede instrumentar”; la ministra espera que este pacto se refleje al redactar los próximos Presupuestos Generales del Estado. Por su parte Ángel Manuel Mato, senador del Partido Popular, expresó el respaldo de su partido a un nuevo pacto por la industria, y recordó que su formación ya abogó por un acuerdo en esta materia, que en su momento no obtuvo el respaldo de los socialistas.

Desde la cartera liderada por Maroto aseguran que el Gobierno está revisando el marco de la España industrial para introducir reformas a la Ley de Industria aunque señalaron que su intención es mantener las medidas positivas que se incluyeron en el documento de 1992.

Adiós a la ‘tasa rosa’

Otra comparecencia de un representante del Gobierno, en este caso de Hacienda, también ha dado un titular para el sector. Ya en el mes de julio, María Jesús Montero anunciaba su intención de acabar con la ‘tasa rosa’, es decir bajar el IVA de productos de higiene íntima como compresas y tampones, del IVA del 10 por ciento que se les gravaba, al tipo superreducido del 4 por ciento. El pasado jueves, durante su comparecencia en la Comisión de Hacienda en el Senado, indicó que el Ejecutivo tiene la intención de apostar por una fiscalidad “que contribuya a la igualdad de género” y “no gravar mujeres con un impuesto añadido por el simple hecho de ser mujeres”. Por estos motivos, ha asegurado que el Gobierno va a trabajar en esta medida para que se haga efectiva cuanto antes.

De esta manera, el Ministerio da un paso adelante en la inclusión de la perspectiva de género en la fiscalidad, tal y como se expuso al inicio de la legislatura, al considerar estos productos de primera necesidad y eliminar así una de las desigualdades entre géneros más visible a nivel impositivo.