| viernes, 20 de mayo de 2011 h |

J.G.

Madrid

Prevención, asistencia urgente y duplicar las 40 unidades de ictus que hay en España, distribuidas de forma desigual en todo el territorio, son ejes básicos en el abordaje de una enfermedad de la que se dan 130.000 casos anuales, el 75 por ciento en mayores de 65 años y entre un 10 y un 15 por ciento, en jóvenes de entre 35 y 55 años por malos hábitos de vida, y que podría acarrear graves consecuencias económicas y sociales.

Así lo explicó Jaime Masjuan, del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología, durante la presentación del Observatorio del Ictus, una plataforma multidisciplinar patrocinada por Boehringer Ingelheim e impulsada también por Semergen, Semfyc, la Federación Española de Asociaciones de Anticoagulados y la Federación Española del Ictus. José María Lobos, coordinador del grupo cardiovascular de Semfyc, señaló que los pacientes con fibrilación auricular tienen cinco veces más de probabilidad de sufrir un ictus embólico e incidió en el control de la HTA y la prevención, el diagnóstico rápido y el manejo adecuado, incluida la anticoagulación.

El Observatorio del Ictus nace para actuar como paraguas y liderar un conjunto de acciones para sensibilizar contra el ictus. Una de las primeras, la campaña 1 de 6, que manifiesta que uno de cada seis españoles puede sufrir un ictus a lo largo de su vida, y el Bus del Ictus, que hizo su primera parada la semana pasada en Madrid con la visita de la viceconsejera Patricia Flores.

En el Bus del Ictus se practican pruebas analíticas realizadas por un equipo médico especializado para la determinación de la existencia de factores de riesgo de padecer fibrilación auricular como: peso, altura, tensión arterial, índice de glucosa y colesterol en sangre.