J.A. Rodríguez Barcelona | miércoles, 22 de marzo de 2017 h |

La farmacia es un lugar idóneo para ofrecer consejo alimentario. Para ello, “es necesario organizar eventos relacionados con la alimentación y realizar una buena gestión de los consultas”, señaló Christina Steinbach, nutricionista alemana durante la mesa de debate ‘Consejo alimentario en los diferente países europeos’ celebrada en Infarma. En este sentido, uno de los aspectos clave es “garantizar la adecuada formación de los empleados”, dijo esta experta. Hay que tener en cuenta que los empleados van a ser los primeros en atender las necesidades y las consultas de los clientes. “Por eso, hay que fomentar que realicen cursos sobre alimentación saludable, suplementos alimenticios…”, apuntó Steinbach.

En la misma línea, Valentina Guttadauro, nutricionista y farmacéutica hospitalaria italiana, también puso el énfasis en la necesidad de apostar por la formación. “En Italia, están cobrando auge los cursos para farmacéuticos y trabajadores de farmacias. En el caso del consejo alimentario, todos tienen una base, pero no muchos profundizan en estos temas. Por ejemplo, muchos profesionales no saben que los fermentos lácteos son mejores en sobres que en cápsulas”.

De este modo, unos empleados bien formados podrán identificar de forma correcta las necesidades de los clientes. “La consulta nutricional puede durar 30 minutos, el tiempo suficiente para recabar información y ofrecer consejos”, comentó Steinbach. Otro aspecto que puede ayudar a fomentar la farmacia como un espacio para ofrecer consejos alimentarios es organizar eventos relacionados con la diabetes, la nutrición y el deporte, la nutrición y el embarazo…

Asimismo, Guttadauro afirmó que es fundamental que las oficinas de farmacias cuenten con la figura del nutricionista. Aunque reconoció que apostar por contratar los servicios de un nutricionista exige una inversión económica, “este coste puede reducirse si varias oficinas de farmacia comparten los servicios del mismo nutricionista”. Además, destacó, contar con esta figura supondrá un retorno económico para el farmacéutico, “ya que el nutricionista recomendará suplementos alimentarios y otros productos”.

Por su parte, Marta Castells, farmacéutica, señaló que las oficinas de farmacia deben tener en consideración el estado nutricional de sus clientes. “No deben vernos como vendedores de cajitas ―explicó―. Porque, además, no tienen sentido dar sólo medicamentos para contribuir a la salud de los pacientes. Hay que indagar sobre el estado y los hábitos nutricionales de los pacientes, porque un medicamento puede ser más o menos eficaz en función de estos”.