En 2018 comenzará a funcionar el nuevo modelo de financiación autonómica, según los acuerdos alcanzados durante la VI Conferencia de Presidentes celebrada en el Senado. Y probablemente, este sistema incluirá radiografías separadas y bloques de financiación específicos tanto para Dependencia como para Sanidad, según la postura casi generalizada trasladada por los presidentes autonómicos. Es más, debido al peso que el gasto farmacéutico tiene sobre el gasto sanitario, también cabe la posibilidad de que Farmacia disponga a su vez de un capítulo aparte dentro del capítulo sanitario.
Esta propuesta ha quedado para su estudio en el grupo de expertos (uno por cada administración) que se creará en el plazo de un mes para estudiar la reforma del sistema, según explicó el presidente de Castilla-La Mancha. Emiliano García-Page, uno de los que más claramente abordó este tema en la reunión, justificó este cambio el carácter “imprevisible” del gasto farmacéutico, que a su juicio es uno de los que más se puede desviar para los gestores autonómicos. “Y porque a la hora de la verdad quien termina realmente decidiendo qué medicamento está o no en la lista es el Estado”, añadió.
García-Page confirmó que finalmente aprovechó la Conferencia de Presidentes para impulsar un debate que permita definir una nueva estrategia farmacéutica nacional, como adelantó la semana pasada, basada en los principios de reciprocidad y lealtad. “Si estamos pactando un sistema de financiación, toda lo que establezca el Estado y obligue a las autonomías a gastar algo que esté fuera del modelo se tiene que pagar. O hay acuerdos en los medicamentos a dispensar en el conjunto de las autonomías, o quien decida unilateralmente tendrá que asumir ese gasto”, indicó.