Representantes de la Sociedad Española de Farmacia Rural (Sefar), entre ellos su presidente, Jaime Espolita, mantuvieron el pasado 27 de febrero un encuentro con el secretario general del Ministerio de Sanidad y la directora general de Farmacia, Faustino Blanco y Patricia Lacruz. Una reunión en la que esta sociedad científica ha podido trasladar cuál es la problemática actual y necesidades de la farmacia rural, y cuáles son las soluciones que plantea este propio colectivo para la viabilidad de estos establecimientos.

Con esta reunión, los farmacéuticos rurales dan continuidad a ese “trabajo de despacho” que tan buenos resultados está cosechando para situar su problemática en el debate político. Y, en concreto, su importancia en la España vaciada en boca de todos. Fruto de este trabajo con partidos políticos y Administraciones, recientemente se ha aprobado una proposición no de ley en Comunidad Valenciana de apoyo a farmacias VEC y se ha presentado en el Senado (ambas a iniciativa de Compromís) una moción en los mismos términos.

De vuelta a la reunión en el Ministerio de Sanidad, Faustino Blanco y Patricia Lacruz “aseguraron ser conscientes del desequilibrio que para el sistema sanitario supone el cierre de farmacias en pequeños pueblos”, confirma a EG Jaime Espolita. “Saben perfectamente cuál es la situación y nos recalcaron que para ellos la farmacia rural es esencial y se deben tomar medidas urgentes”, completa.

Fondo de compensación

Para la viabilidad de las cerca de 900 farmacias reconocidas oficialmente como “inviables”, la recepción de las denominadas ‘ayudas’ VEC se revela insuficiente. Por ello, una de las medidas que planteó Sefar en este encuentro es el desarrollo de un “fondo de compensación” con el que cubrir los gastos de explotación de las boticas ubicadas en municipios de menos de mil habitantes (cerca de 2.000 farmacias).

Jaime Espolita, presidente de Sefar

“Con este fondo se cubriría gastos básicos que genera abrir diariamente la puerta de estas farmacias”, dice. ¿Por ejemplo? “El salario mínimo de un trabajador, la luz asociada a la actividad, conexión a Internet, etc.. Solo los gastos que permitan mantener digna y rentablemente este servicio público”, concreta el presidente de Sefar. Según los cálculos de esta sociedad de farmacia rural—plasmados en un informe— este fondo apenas necesitaría ser dotado con cerca de 38 millones de euros anuales. “La cuantía es mínima en comparación con el gasto farmacéutico o con lo propio que recauda la Administración directamente del sector”, apunta Espolita.

Sanidad lo valorará

¿Cómo se ve esta propuesta en el madrileño Paseo del Prado 11? “Se han comprometido a valorarlo y creen que sería viable”, confirma el presidente de Sefar. Sea cual sea el resultado futuro de esta propuesta, “se está consiguiendo al menos meter a la farmacia en el debate político”, expone.

“Por desgracia, estamos encontrando más colaboración en las Administraciones que en el propio sector. Esta propuesta de fondo de compensación ya ha sido planteada a muchos colegios para que sean ellos quien la lideren y en la mayoría de casos hemos obtenido la callada por respuesta”, denuncia a su vez Espolita.

Mientras, ese trabajo de despacho continua. A este reunión de sumará una próxima (ya confirmada) de Sefar con la Comisión de Reto Demográfico y Despoblación del Senado. Un asunto del que mucho sabe, y puede aportar, la farmacia rural.