Un estudio revela que los pacientes que siguen este tipo de alimentación necesitan menos fármacos
| 2009-09-13T17:15:00+02:00 h |

REDACCIÓN

Nápoles

El tipo de alimentación tiene gran importancia a la hora de hablar de salud. Así lo ha puesto de manifiesto un estudio elaborado por la Universidad de Nápoles, publicado en la revista Annals of Internal Medicine, que señala que seguir una dieta mediterránea es un buen tratamiento para retrasar la introducción de terapia farmacológica en pacientes a los que les han diagnosticado diabetes tipo 2.

Según el estudio, coordinado por la doctora Katherine Esposito durante cuatro años, sólo el 44 por ciento de los pacientes con diabetes tipo B recién diagnosticados y que siguieron una dieta mediterránea tuvieron que recurrir de manera ocasional a fármacos. Un porcentaje mucho menor que el de aquellos pacientes que siguieron una dieta baja en grasa: un 70 por ciento tuvo que recurrir a medicamentos para controlar la hiperglucemia.

Para la realización del estudio que comparaba la influencia de la dieta mediterránea y otra baja en carbohidratos y grasas en este tipo de pacientes a la hora de retrasar el tratamiento farmacológico, los autores eligieron al azar 215 pacientes con sobrepeso atendidos en un hospital de Nápoles. ¿El resultado? Los pacientes de ambos grupos perdieron peso y les disminuyó la glucosa en plasma y los niveles de HbA1c, pero las reducciones fueron mayores en el grupo de la dieta mediterránea.