Alberto Cornejo Madrid | viernes, 07 de octubre de 2016 h |

Acostumbrados a investigar y desarticular organizaciones criminales y complejos entramados mafiosos, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado reconocen haber encontrado en las redes de comercio inverso de medicamentos un campo hasta hace unos años “desconocido”. La Operación Caduceo —desarrollada en julio de 2014, apenas meses antes de Convector y Noisa— es señalada como punto de inflexión. “Caduceo nos pilló un poco en fuera de juego, apenas sabíamos cómo investigar estas tramas. Con la colaboración de la Aemps y los servicios de Inspección nos lanzamos a investigar”, reconoce a EG el sargento Espinosa, de la Unidad Técnica de Policía Judicial de la Guardia Civil. Esta operación se saldó con dos detenidos, trece imputados y medio centenar de boticas implicadas de Navarra, País Vasco, Cantabria, Asturias, Galicia, Aragón, Cataluña y Madrid. “En Caduceo aprendimos bastante para lanzarnos a las siguientes operaciones”, confirma.

No solo el descubrimiento de estos entramados mafiosos —“similares al tráfico de droga en su modus operandi y las estrategias de investigación a las que nos obligan”, concreta— pilló a contrapie a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Pero también a legisladores, sociedad… Y a los propios farmacéuticos. “Estas operaciones sirvieron para concienciar a la opinión pública y, sobre todo, a los farmacéuticos. Pensaban que era una actividad apenas fraudulenta casi imposible de detectar, que no era delictiva… Ese fue el impacto que tuvieron: de concienciación”, manifiesta el representante del Instituto Armado.

Respecto a la legislación, el sargento Espinosa también considera clave la reciente reforma del Código Penal, cuyo nuevo articulado tipifica expresamente el tráfico ilícito de medicamentos como un delito contra la salud pública con posibles penas de hasta cuatro años de prisión. “La reforma del código penal ha sido clave.Hasta ahora, las principales dificultades para luchar contra estas prácticas eran judiciales, siendo muy difícil imputar a estas mafias delitos de salud pública”, apunta. El nuevo código penal “nos da más facilidades para investigar por esta línea: por el de delito contra la Salud Pública”, reconoce.

Al igual que estima la Aemps (ver EG nº 759), este representante del Instituto Armado cree personalmente que se han reducido los casos de comercio inverso, pero, como complemento al cambio normativo, “será importante que aparezcan las primeras sentencias y se empiece a crear jurisprudencia”. Respecto a la causa de la Convector, “nosotros (Guardia Civil) considerábamos fundamental que se personase la Aemps en la causa y así lo aconsejamos”.

La labor del GISS

Para la investigación de actividades ilícitas relacionadas con fármacos, en la Unidad Técnica de Policía Judicial de la Guardia Civil existe, además del Grupo de Análisis Criminal, el Grupo de Investigación de la Seguridad Social (GISS). En origen era una grupo operativo integrado en el Ministerio de Sanidad, hasta que la Seguridad Social quedó vinculado al Ministerio de Empleo. “El grupo lo seguimos manteniendo, no a nivel operativo, pero sí de análisis, estrategia e inteligencia. Cuando Aemps o los Servicios de Inspección ven indicios de un delito, nos lo comunican, hacemos el análisis estratégico y hacemos propuestas de investigación a las unidades operativas” explica Espinosa.