Colaboración público-privada, clave para el crecimiento y el bienestar

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Por Ana Argelich, presidenta y directora general de MSD en España

No hay duda de que 2020 ha estado marcado por la pandemia de COVID-19, todo un reto al que hemos tenido que hacer frente como sociedad a nivel general y como sector farmacéutico, en particular.

Nuestro sector ha respondido con responsabilidad, de forma proactiva y decisiva. Así, la industria biofarmacéutica innovadora a nivel global ha liderado, en colaboración con la iniciativa pública, la movilización global sin precedentes para desarrollar tratamientos y vacunas eficaces, al tiempo que ha trabajado intensamente para garantizar el suministro de medicamentos durante la crisis sanitaria.

La industria biofarmacéutica innovadora a nivel global ha liderado, en colaboracion con la iniciativa pública, la movilización global sin precedentes para desarrollar tratamientos y vacunas eficaces contra la COVID-19

La Ciencia ha ocupado un papel preponderante en estos momentos difíciles, pues solo mediante la investigación e innovación científica es posible encontrar una solución a esta crisis. Además, ha resultado evidente que para hacer frente a la pandemia es necesario el esfuerzo de todos y que ante el año que se nos presenta es prioritario seguir colaborando entre todos los agentes del sistema.

Foco en la investigación

En MSD, como compañía biofarmacéutica centrada en la investigación, mantenemos esta apuesta por la colaboración desde nuestros inicios hace 130 años. En MSD, creemos que uniendo fuerzas es como se avanza, especialmente en salud. Por ello, ante la situación actual son múltiples las iniciativas de colaboración que tenemos en marcha.

Hemos reforzado nuestra labor investigadora y centrado nuestros esfuerzos alcanzando acuerdos tanto para el desarrollo de un antiviral como de una terapia biológica frente a la COVID-19. Además, nos hemos adherido a ACTIV, la Iniciativa para Acelerar las Intervenciones Terapéuticas y las Vacunas frente a la COVID, hemos establecido una nueva alianza con el Instituto de Biología de Sistemas (IBS) para definir los mecanismos moleculares de la infección por el SARS-CoV-2 e identificar posibles biomarcadores con valor pronóstico y nos hemos sumado a diferentes instituciones públicas y privadas, como la Fundación Bill y Melinda Gates y al consorcio de compañías innovadoras que están trabajando para encontrar respuestas terapéuticas y preventivas frente a la COVID-19.

Y es que la búsqueda de alianzas y colaboración a todos los niveles resultan fundamentales cuando hablamos de investigación e innovación sanitaria, siendo éste uno de los principales aprendizajes que nos deja la pandemia.

Es necesario trabajar para que las innovaciones lleguen cuanto antes a los pacientes. Y para ello, tenemos que seguir trabajando conjuntamente para incorporar la innovación rápidamente y de manera sostenible para el SNS, dando respuesta a las necesidades no cubiertas de los pacientes, que potencialmente somos todos.

Otras de las enseñanzas que nos deja la COVID-19 y que atañen al sector sanitario son la necesidad de seguir investigando en el área de la prevención, continuar reforzando los programas de inmunización y fortalecer el sector sanitario para la gestión de la salud pública y la lucha contra las pandemias presentes y futuras.

Objetivos estratégicos

Y, por supuesto, dar un mayor impulso a la inversión en I+D+i en Salud. La innovación es la base para el avance y el crecimiento. Así lo entendemos en MSD, siendo este nuestro eje estratégico principal, tal y como lo refrendan los datos: en 2019 destinamos 9.900 millones de dólares a proyectos de I+D a nivel global, lo que hizo que nuestra compañía fuera una de las empresas líderes en número de ensayos clínicos en marcha.

Y la subsidiaria española juega un papel clave en esta investigación, ya que participamos en más del 80% de los ensayos clínicos de la empresa a nivel global y ocupamos el primer puesto europeo en número de ensayos clínicos, con un crecimiento del 23% durante el año 2019. En este sentido y durante la pandemia, la colaboración y coordinación con la Agencia Española del Medicamente ha sido ejemplar para agilizar y contribuir a que los ensayos clínicos siguieran en marcha.

Es el momento de hacer una apuesta fuerte por la innovación, desde el ámbito sanitario, económico y social, para evolucionar hacia una economía centrada en la I+D, generadora de riqueza sostenible. España necesita apoyarse en sectores estratégicos y la industria farmacéutica es uno de ellos, vinculado a la innovación, la producción y empleo de calidad.

Debemos tender también a un modelo de relación más digital en todos los sectores para optimizar recursos y hacerlo de un modo eficiente y ágil.

Estamos en un momento desafiante y nuevo para todos. De los grandes retos surgen también las oportunidades de mejora. Ahora, lo prioritario es seguir colaborando con las autoridades sanitarias, central y autonómicas, los profesionales y todos los agentes del sistema.