Carmen López Madrid | viernes, 30 de noviembre de 2018 h |

Esta semana la Sociedad Americana de Hematología (ASH, por sus siglas en inglés) celebra su 60 Conferencia Anual en San Diego. Se trata de una cita muy esperada en la que se van a presentar resultados clínicos importantes en patologías de la sangre. Una de las novedades de mayor relevancia es el uso de las últimas novedades biotecnólogicas en el abordaje de estas enfermedades, con un papel crucial en el campo de la oncohematología.

Se prevé que asistan alrededor de 25.000 asistentes de 155 países diferentes; además, responsables de este encuentro aseguran que en esta edición se presentarán “grandes ensayos con grandes resultados”, que casi con seguridad “cambiarán la práctica clínica”.

Las células CAR-T son un buen ejemplo. De hecho, durante el encuentro mundial varias de las comunicaciones se centrarán en la integración de la inmunoterapia en el tratamiento de enfermedades como linfoma, mieloma y leucemia, y en las estrategias para maximizar los resultados de los pacientes.

La trayectoria para el desarrollo de la ingeniería genómica se ha acelerado a medida que se implementan rápidamente nuevas herramientas para el descubrimiento científico en diversas patologías de la sangre. El apoyo temprano y continuo de las principales agencias de investigación, como los Institutos Nacionales de la Salud, ha catalizado el progreso de las terapias basadas en genes. Sin embargo, este discurso ha revelado la necesidad de una clara articulación de pautas y estándares que contemplen las consideraciones sociales y éticas de la modificación genómica. De esta manera, durante el simposio presidencial, los expertos discutirán la evolución de la tecnología genómica, las aplicaciones clínicas emergentes y las cuestiones éticas —sobre todos los aspectos de la investigación con células madre y su traducción clínica—.

Precisamente, otra de las conferencias se centrará en la comprensión de los mecanismos celulares y el potencial que tienen las células madre. Estos mecanismos permiten que se produzcan trillones de células sanguíneas maduras de corta duración a lo largo de toda una vida, algo que ha despertado el interés de médicos y científicos durante más de un siglo. Uno de ellos es E. Donnall Thomas, quien reconoce el potencial clínico de este hallazgo y además ha iniciado estudios al respecto. Los experimentos realizados posteriormente para identificar las células responsables llevaron a los primeros ensayos de crecimiento clonal in vivo; es decir, métodos que detectan y cuantifican simultáneamente células individuales de forma retrospectiva, en función de sus resultados de la progenie cuando se estimulan in vivo.

Los ensayos clonales han permitido la investigación de la patogenia de muchas enfermedades hematológicas y han revolucionado los enfoques de su terapia. También han servido de paradigma para investigaciones más amplias de los mecanismos celulares responsables del mantenimiento y la regeneración de otros tejidos.

De hecho, los desarrollos más recientes ahora hacen posible identificar características moleculares críticas de células humanas normales y anormales con propiedades de crecimiento definidas al realizar diferentes evaluaciones en células individuales fijas y viables con fenotipos de superficie de coincidencia precisa. La aplicación de este enfoque está revelando que existe una heterogeneidad mucho mayor que la imaginada anteriormente.

Este encuentro tampoco pasará por alto el papel de los biosimilares en hematología. Con todo, se espera que sea un encuentro que seguirá arrojando luz con nuevos datos de ensayos clínicos que seguirán cambiando la práctica clínica.