Vivimos rodeados de datos. En el entorno digital, casi todas las acciones dejan huella. Se trata de un rastro que, utilizado del modo apropiado, nos permite obtener conocimiento y mejorar, ser más eficientes y más eficaces. En el ámbito sanitario la utilidad de los datos es obvia, pero aún queda camino por recorrer para extraer de ellos la información adecuada y convertir ese conocimiento acumulado en beneficios directos para el paciente y para el propio sistema.
Siempre hemos trabajado con datos. Desde los primeros ensayos clínicos hasta los actuales ensayos y registros agregados. Ahora nos toca avanzar en el llamado Real World Data y tratar de llevarlo al siguiente nivel, combinando la información genómica, la procedente de archivos digitales, pruebas de imagen, etc., con los datos que son resultado de la práctica clínica.
Del análisis de esta ingente cantidad de información debe surgir el conocimiento que nos permita tomar mejores decisiones en favor de los pacientes, los profesionales sanitarios, el sistema de salud, los reguladores, los pagadores y la industria. En la utilización del dato hay beneficios para todos.
Para que estos datos puedan ser utilizados convenientemente y nos ayuden a mejorar de un modo efectivo, debemos reenfocar el modo de enfrentarnos a ellos. No basta con acumular información si no somos capaces de obtener de ella conocimiento, si no nos ayuda a decidir mejor. De entrada, necesitamos que el volumen de datos a estudiar sea significativo; es obvio que solo con una muestra adecuada podremos sacar conclusiones certeras. El análisis de esos datos también requiere de un nuevo tipo de acercamiento basado en herramientas con capacidades avanzadas (Inteligencia Artificial y Cognitiva) que otorguen valor al dato.
Si somos capaces de llevar a cabo todo este proceso de un modo adecuado, mejoraremos considerablemente los procesos de diagnóstico y estratificación, contaremos con información de calidad para apoyar las decisiones clínicas, optimizaremos las opciones de tratamiento y entenderemos mejor los resultados. Además, el conocimiento extraído en el proceso permitirá mejorar las infraestructuras y las políticas a llevar a cabo en el sistema sanitario.
En la industria farmacéutica ya hemos avanzado en este proceso, estamos preparados. Gracias al dato, diagnóstico y tratamiento están más unidos que nunca y nuestro portfolio aumenta su eficacia de un modo inédito hasta ahora. Somos empresas con experiencia en el tratamiento de datos, con un gran recorrido en este ámbito dentro de la medicina y la biología, lo que nos permite beneficiarnos ya de un modo significativo del uso de grandes cantidades de información.
Gracias al uso del dato, nuestros procesos de Investigación y Desarrollo son más eficientes, más inteligentes. Nuestro conocimiento científico mejora, somos capaces de aplicar la información obtenida de una manera práctica cuando investigamos. Con el conocimiento extraído del dato hemos conseguido, además, anticiparnos cada vez más en la toma de decisiones y realizar ensayos más rápidos y eficientes.
Todo esto nos ha llevado a desarrollar y favorecer el acceso a la medicina personalizada de precisión. La compatibilidad entre pacientes y terapias es cada vez mayor, también mejora cada vez más el acceso y cuidado de la salud basado en el valor. Gracias al análisis de datos estamos acelerando la optimización de la asistencia sanitaria.
Este ámbito, el de la medicina personalizada de precisión, vive un impulso gracias al dato que modifica de un modo decisivo la forma que tenemos de prestar la asistencia sanitaria. El análisis combinado de los datos genómicos, de los procedentes de diferentes ómicas, de los que surgen de las técnicas de imagen médica, los datos clínicos y los del entorno del paciente, nos permiten incorporar nuevas técnicas de diagnóstico y tratamiento más eficaces y seguras.
El conocimiento extraído del dato nos permite además aportar soluciones que garanticen la sostenibilidad de los sistemas sanitarios. Gracias al tratamiento de la información disponible podemos desarrollar un modelo de financiación basado en el valor que aporta un medicamento a una indicación determinada. Esto implica ir más allá del actual modelo de precio único para productos con múltiples indicaciones, permite ajustar el gasto en función de la efectividad de un determinado medicamento para una indicación concreta.
En la industria farmacéutica estamos preparados, sabemos ya por experiencia las ventajas del análisis de datos en el nuevo entorno digital, pero es necesario que el resto del sistema trabaje en el mismo sentido para sumar fuerzas y conseguir que todos nos beneficiemos de un modo significativo de las nuevas capacidades que nos otorga la tecnología.
Los diferentes sistemas de información deben ser compatibles para poder extraer conocimiento del dato; la comunicación y la coordinación entre los distintos agentes del sistema sanitario debe aumentar considerablemente. En el mismo sentido, hay que definir los procesos y las herramientas adecuadas para informar al paciente sobre las consecuencias del uso de sus datos e impulsar la implicación de los centros de atención primaria en la aplicación de las iniciativas ligadas a la medicina personalizada de precisión.
Para desarrollar metodologías validadas y reproducibles es necesario impulsar la acreditación de centros de referencia, de excelencia científica y tecnológica, y desarrollar también experiencias piloto en ámbitos o patologías concretas que permitan evaluar los resultados de este nuevo modelo.
Desde compañías como Roche ya hemos avanzado, estamos preparados para afrontar de un modo sólido un futuro mejor para todos basado en los beneficios de disponer de una información de calidad en tiempo y forma. Solo si sumamos nuestro esfuerzo al resto del sistema sanitario podremos realmente cumplir con nuestro objetivo de ofrecer a los pacientes lo que necesitan.
“Gracias al tratamiento de la información disponible podemos desarrollar un modelo de financiación basado en el valor que aporta un medicamento a una indicación determinada”
