Finaliza 2018 con un nuevo Gobierno de España. Un Gobierno empeñado en que la recuperación económica que se inició en España a partir de 2014 llegue también a las personas y hogares españoles. En el último informe económico de la OCDE sobre la situación de España, su secretario general decía: “La economía española ha llegado a ser más competitiva y a crecer de forma más rápida que la mayoría de sus homólogos de la zona euro. El reto a partir de ahora es que el crecimiento sea más inclusivo. Serán necesarios más esfuerzos para que los frutos de la recuperación económica se compartan de forma más generalizada y nadie quede excluido”. Ese es el gran reto que tenemos por delante, y la recuperación de los niveles de calidad, acceso y equidad de la sanidad pública son un pilar esencial de ese reto.
En materia sanitaria el Gobierno ha aprobado la extensión del derecho de atención sanitaria a todos los españoles y extranjeros establecidos en España. Una medida que beneficia a todos y no cuesta dinero. Ha planteado una nueva senda de estabilidad económica acordada con las autoridades comunitarias que, manteniendo el objetivo de salir del brazo corrector del déficit en 2019, permite adoptar políticas fiscales que mejoren la financiación de los servicios públicos esenciales, incluidas la educación y la sanidad. Esta nueva senda de estabilidad aportaría 2.500 millones de euros más a las autonomías para financiar la sanidad, entre otras áreas de su competencia… Una financiación adicional necesaria para acompañar compromisos del gobierno, como son la eliminación de copagos farmacéuticos a la población activa y pensionista con ingresos anuales inferiores a 9.000 euros, la recuperación de salarios de los trabajadores públicos de la sanidad, la mejora del empleo, la pendiente renovación del parque tecnológico y la continua introducción de innovaciones farmacológicas de justificado valor terapéutico.
Junto a ello el Gobierno se ha comprometido con un plan de erradicación de la pobreza infantil en España. No podemos permitir que la pobreza en España afecte a uno de cada tres niños, figurando como el tercer país de Europa con mayores tasas de pobreza infantil. Mayor pobreza infantil hoy significa peor salud de los niños a corto plazo, mayor fracaso escolar a medio plazo y menores ingresos económicos y posibilidad de empleo a largo plazo. Es el bucle de la pobreza que debemos combatir, y para ello se hace necesario luchar por la salud de nuestros niños y niñas desde todos los frentes: asistencia sanitaria universal, vacunación, lucha contra las adicciones, mejora de la alimentación, son ámbitos que apelan a la actuación sanitaria.
Se trata de invertir en cohesión social, un pilar esencial y necesario, causa y consecuencia del desarrollo económico sostenible.
Finalmente el Parlamento español ha dado pasos importantes este año en los derechos de las personas cuando se enfrentan al final de la vida. Se trata de la Ley de derechos y garantías en el proceso final de la vida (muerte digna) y de regulación de la eutanasia. Dos leyes que esperemos vean la luz a lo largo de 2019 y que vienen a satisfacer demandas sociales ampliamente compartidas por la ciudadanía española.
“Se trata de invertir en cohesión social, un pilar esencial y necesario, causa y consecuencia del desarrollo económico sostenible”
